Moscú, 5 de octubre, RIA Novosti. En la isla de Nueva Guinea, en el mercado negro venden esqueletos de soldados estadounidenses, australianos y japoneses a 20 mil dólares por esqueleto íntegro, informa la versión electrónica de Post Courier.
De noviembre de 1942 a enero de 1943, en la provincia del Norte de la actual Papúa Nueva Guinea (PNG), unidades estadounidenses y australianas libraban encarnizados combates contra los invasores japoneses.
Al cabo de 60 años, aborígenes han convertido aquellos trágicos acontecimientos en un negocio.
Por un paquete con huesos se piden de 2 a 24 dólares. Turistas de EEUU, Australia y el Japón los compran, para rendir tributo a sus gloriosos antepasados. Para cruzar la frontera con esa carga, ellos primero queman los huesos.
Según el ex jefe de la provincia, Newman Mongagi, los extranjeros incitan a los aborígenes a vender restos mortales y son ellos los culpables del florecimiento de ese sacrílego negocio.
En particular, dos habitantes de la aldea de Mangufo han reconocido que ellos exhumaron y vendieron 53 esqueletos de soldados nipones a un estadounidense que trabajaba en la compañía de petróleo local, quien afirmaba que lo hacía por solicitud de sus amigos del Japón.