Berlín, 6 de diciembre, PL, para RIA Novosti. Alemania vive hoy conturbada por la recurrente noticia de la muerte de niños atribuida a sus propios padres, bien por desajustes siquiátricos o situaciones de pobreza.
El más reciente caso de infanticidio informado fue el hallazgo de cinco niños asesinados, al parecer por su propia madre, en Darry, estado norteño de Schleswig-Holstein.
Los menores, todos varones, de padres distintos y en edades comprendidas entre los tres y nueve años, fueron encontrados en la noche del martes por la policía, a la cual avisó un médico a quien la progenitora, de 31 años, contó los hechos.
La policía de Kiel, capital estatal, atribuyó lo ocurrido "a la enfermedad siquiátrica de la mujer", quien ya había estado internada, y rehusó dar más detalles mientras dure la pesquisa.
Según la radioemisora NDR1, la madre dio somníferos a sus hijos antes de asfixiarlos.
A su vez, la edición digital del semanario Der Spiegel señala que los servicios de asistencia social de Darry habían sido alertados esta semana después de que los menores asistieran a su escuela y guardería "insuficientemente vestidos".
A la noticia del quíntuple infanticidio siguió el hallazgo ayer por la policía en Plauen, Sajonia, sureste alemán, de los restos de una niña de dos años enterrados en el jardín de su casa.
Con anterioridad la policía encontró los cadáveres de otras dos hermanas de cinco y tres años, respectivamente, en una maleta y un congelador en el mismo domicilio.
La madre, de 28 años, en reclusión preventiva, contó a la policía que todas habían muerto repentinamente mientras dormían. Sobreviven a las niñas dos hermanos, uno de un año y otro de siete.
Estos sucesos siguen a la muerte por hambre y desidratación de una niña de cinco años en Schwerin, en el estado nororiental de Mecklemburgo-Antepomerania.
El hecho ocurrió el martes de la semana pasada. La policía arrestó a los padres de Lea Sophie por desatención de la menor.
En Alemania, con una población de 82 millones de habitantes, hay casi siete millones de cero a 14 años, de ellos un millón dependientes de la asistencia social, en un país que es la primera economía de Europa.
