Fausto Triana
Paris, 4 de enero, PL, para RIA Novosti. Los umbrales del 2008 dieron la buena noticia de una eurozona fortalecida con 15 integrantes y tres invitados, mientras el dólar estadounidense siguió de capa caída y muestra un panorama sombrío.
Si bien los expertos del Banco Central Europeo (BCE) aplaudieron el ingreso de Chipre y Malta en el club de la joven divisa continental, la preocupación en torno a la crisis del dólar mantiene en vilo al bloque comunitario.
La Unión Europea (UE), ahora con la presidencia semestral de Eslovenia, mira con recelos la creciente solidez del euro frente al dólar (a 1,47 como promedio) por las afectaciones que implica al sector exportador y la aviación civil.
Miembros del consejo de gobernadores del BCE "están extremadamente inquietos en lo concerniente a la inflación", indicó hoy un comunicado desde su sede principal en Francfort, Alemania.
La crisis de préstamos hipotecarios de riesgo (subprime) en Estados Unidos obligó al BCE a congelar su proyecto de incrementar en un cuarto de punto sus tasas de interés en septiembre pasado, prefiriendo aguardar antes de tomar una nueva decisión.
Todo esto gravita alrededor de las posibilidades de una recuperación del dólar en los próximos meses y analistas consultados por Prensa Latina apuntan a que sólo hacia noviembre o diciembre se verá un despertar de la moneda estadounidense.
Los integrantes de la zona euro son 15, aunque existen otros que también usan esta divisa como moneda principal, a la sazón el principado de Mónaco, el Vaticano y San Marino.
El consorcio europeo de aeronáutica Airbus advirtió que de continuar esta situación relocalizará una parte de sus plantas de producción, presumiblemente en Asia en busca de mayor rentabilidad.
De no ocurrir un milagro, lo cual parece muy improbable ante la escalada de los precios del petróleo, el euro no sólo pasará la barrera simbólica de 1,50 dólar, sino que pudiera acercarse hasta 1,60 este año.
