Moscú, 14 de enero, RIA Novosti. El director de la Oficina de Moscú de Derechos Humanos, Alexandr Brod, teme que el contencioso entre Moscú y Londres en torno a la actividad del Consejo Británico puede afectar los vínculos humanitarios y las obras de beneficiencia.
"Por ambiciones de ambos Estados, podría quedar damnificada la esfera humanitaria, incluida la labor de caridad, la que Gran Bretaña está realizando en Rusia", dijo Brod a RIA Novosti.
El conflicto estalló luego que pese a la prohibición de la actividad de las sucursales regionales del Consejo, introducida el 1-ro de enero, éstas reanudaron su trabajo tras las vacaciones navideñas, lo cual fue valorado como una provocación por Exteriores de Rusia.
El defensor de derechos humanos ha señalado que el Consejo Británico debe acatar la decisión tomada por las autoridades rusas, pues está funcionando en Rusia. "Y si no la acepta, puede recurrirla en tribunales, en los de Rusia o internacionales", añadió.
