Moscú, 22 de enero, RIA Novosti. Entre los inmigrados en Gran Bretaña se hace popular cambiar el nombre, informa la agencia Reuters.
Tan sólo en 2007, al servicio británico que se encarga de ese problema (UK Deed Poll Service) se dirigieron al menos 40 mil personas, o el 20% más que en 2006. Son extranjeros en su mayoría procedentes, fundamentalmente, de Europa del Este, dice la directora del Servicio, Janet Chadwick.
En Gran Bretaña puede cambiar legalmente su nombre todo individuo mayor de 16 años, tanto súbdito del Reino Unido como ciudadano de otro país residente en éste. Ello le va a costar 70 dólares.
Muchos inmigrados opinan que sus nombres difíciles de pronunciar son un estorbo para encontrar empleo. Por ello un ex Muhamed empieza a llamarse Michael. Otros quieren adecuar más su nombre a la ortografía inglesa. Por ejemplo, los nombres polacos Aleksander y Marta se modifican y empiezan a escribirse "Alexander" y "Martha".
También británicos toman otros nombres, especialmente, al contraer matrimonio. Pero también se dan casos "exóticos", por ejemplo, al cambiar la persona su sexo o querer un actor legalizar su seudónimo escénico.
"Si usted no cambia el nombre con fines criminales, las causas de por qué lo hace no importan: es un derecho de usted", señala Janet Chadwick.
