El general Alexei Burutin, vicejefe primero del Estado Mayor General de las FF.AA. de Rusia, declaró el jueves que las naciones industrializadas procedieron a la creación del "arma de información", y que el Ejército nacional va elaborando una respuesta en forma de elementos, métodos y soluciones conceptuales en lo concerniente a las "operaciones de información". Según Burutin, la población del país se ve sometida a una presión negativa que se manifiesta en "la destrucción de valores espirituales a través de la influencia en la conciencia individual, grupal y de masas".
Es un tema importante. También el presidente Putin exigió al FSB (Servicio federal de seguridad) que "incremente las actividades para obtener a tiempo la información sobre los intentos de injerencia en nuestros asuntos internos". Por los valores espirituales velan también las fuerzas sanas de la sociedad exhortando a crear en la televisión un consejo para cuestiones morales. Propuesta rara porque los canales de difusión nacional, cuya audiencia asciende al 90% de la población, pertenecen al Estado.
La guerra de información es una noción vieja. La advertencia de antiguos príncipes rusos, "¡Voy contra vosotros!", encuadra en la misma línea. El objetivo de una operación de información, habitualmente, es justificar el inicio de hostilidades, como demuestra el reciente caso de Irak. Rusia tiene una Doctrina de seguridad en materia de información, adoptada en 1999 y un tanto olvidada desde entonces.
En las modernas guerras de información suelen destacar cuatro asignaturas: guerra electrónica, inteligencia electrónica, penetración en fuentes de información enemigas y guerra psicológica, o sea, la influencia en la opinión pública. La primera siempre ha entrado en el ámbito de competencias de Defensa; la segunda, ha sido función del FSB y, en parte, de la Dirección General de Inteligencia (GRU); la tercera, siendo una materia bastante novedosa, implica probablemente el trabajo de hackers patriotas; y la cuarta es integral, correspondiendo su parte invisible a Inteligencia y la visible, a diplomáticos y medios de comunicación.
¿Será que el Ministerio de Defensa haya decidido luchar por el mercado? La seguridad de información en Rusia es supervisada por el FSB que, entre otras cosas, otorga licencias a las empresas de servicios de encriptación. Pero el general se refiere a la influencia sobre la opinión pública. Es de esperar, tal vez, que el canal de televisión Zvezda decida lanzar una versión angloparlante, Star, para la emisión de sus programas militares.
