Citigroup pretende vender o cerrar, por poco eficaz, sus oficinas de créditos a particulares en algunas naciones de Europa, Asia y América Latina para centrarse en mercados que tienen mayor potencial, entre ellos, Rusia.
Así, Citigroup quiere vender su división de créditos de consumo que trabaja en Japón bajo la marca CitiFinancial. La empresa ha reducido ya de 324 a 51 el número de las oficinas en este segmento.
También se prepara para vender una parte del negocio de los créditos a particulares en México, para deshacerse de los clientes con dudoso historial crediticio.
La red británica de Citigroup se redujo el pasado año a la mitad, en el marco de un programa del recorte de gastos, y va a disminuir en casi 50 oficinas más-
Las medidas son necesarias para compensar al menos en parte las pérdidas multimillonarias generadas por la crisis hipotecaria. Una vez efectuado el recorte, Citigroup mantendrá una red global de dimensiones impresionantes: 3.300 oficinas bancarias y 2.200 empresas del crédito al consumo a día de hoy. El nuevo presidente ejecutivo de Citigroup, Vikram Pandit, dijo en enero pasado que la compañía se irá deshaciendo de activos secundarios que no encuadran en su estrategia del crecimiento. La retirada desde mercados débiles permite a la empresa trasladar mayores recursos hacia regiones que tienen creciente clase media y competencia menos feroz, en particular, Tailandia, Rusia y Medio Oriente.
