Gazprom recortó en otro 25% los suministros de gas a Ucrania. De aquí en adelante Ucrania no podrá garantizar la estabilidad de tránsito de gas hacia Europa, advirtió la ucraniana Naftagaz. Los analistas suponían que dentro de poco Gazprom restablezca en pleno volumen los suministros de gas al país vecino para no exponer al riesgo la estabilidad de transportación de este agente energético a Europa. Pero ahora los expertos dicen que la amenaza que se cierne sobre la seguridad energética de Europa podría redundar en beneficio de Rusia.
Tras el recorte en el 50% de los suministros, a la parte ucraniana le sería muy difícil probar que el país no recurre a las prácticas de desvío no sancionado de gas. A consecuencia, la UE verá en Ucrania un socio de poca confianza y suavizará su actitud ante el proyecto Nord Stream que busca el objetivo de diversificar los riesgos, sostiene el subdirector del Centro de Tecnologías Políticas, Alexei Makarkin. "Se debilitará sustancialmente la oposición al proyecto de gasoducto de Europa del Norte", afirma el experto.
"Gazprom lleva el propósito de fijar las normas rígidas de suministros, revisar al alza los precios -tanto para Europa como para los países de la CEI- y endurecer la posición propia. En su relación con Ucrania el monopolio muestra intransigencia con el fin de evitar posibles incidentes en un futuro -explica el experto del Centro de Coyuntura Política, Dmitri Abzálov-. Tal política hace imposible probable regateo con Bielorrusia y con las repúblicas de Asia Central. Rusia no se dispone a hacer concesiones algunas. Si antes de las elecciones presidenciales era posible ejercer presiones sobre Rusia (Moscú se veía obligada a comportarse con moderación para evitar el agravamiento de la situación internacional durante la campaña electoral), ahora tamaña estrategia está condenada al fracaso."
