La Alianza Atlántica se ha visto escindida en vísperas de su reunión en la cumbre en Bucarest (2-4 de abril), por estar dudando muchos de sus miembros de que Ucrania y Georgia sean dignas de recibir invitación para ingresar en la OTAN.
EEUU apoya la idea de elevar de nivel la cooperación entre la Alianza y estas dos repúblicas del espacio postsoviético. Otros 10 miembros de la Alianza dirigieron a su secretario general una carta en que exhortan a extender a Ucrania y Georgia el Plan de Acción para Afiliación a la OTAN. Al pie de ese documento pusieron sus firmas Canadá y los miembros de la OTAN de Europa del Este.
Alemania y Francia se manifiestan en contra. Una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania ha manifestado a "Védomosti" que "todavía no se ha tomado la decisión definitiva al respecto". Según ella, la militancia en la OTAN tiene que estar estrechamente ligada a los procesos de modernización y democratización en los países en cuestión y que Alemania necesita seguir cómo se desarrollan esos procesos allí.
En París esperan que una enérgica cooperación con Ucrania se siga desarrollando en el marco de la comisión Ucrania - OTAN, análoga a la de Rusia -OTAN. Según un portavoz de Exteriores de Francia, lo de ser miembro de la OTAN supone asumir determinados compromisos, por ejemplo, el de alcanzar determinado progreso en la realización de reformas.
"El punto final en este debate lo pondrán los Jefes de Estado reunidos en Bucarest", señala una fuente en la sede de la OTAN en Bruselas.
"Ucrania y Georgia no reúnen los requisitos que plantea la OTAN hacia la realización de las reformas políticas y económicas". Los países de Europa Occidental, especialmente España, Francia, Alemania, Italia y algunos otros, en conversaciones extraoficiales dan a entender que ellos están en contra de ofrecerles a Kíev y Tbilisi el Plan de Acción, señala el jefe del Departamento de Seguridad Europea del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Dmitri Danílov.
"Creo que ni en los cielos hay claridad al respecto,- comentó la situación a Moskovski Komsomolets el embajador de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin.- Por supuesto, la Alianza puede ganarse una parte de Georgia, sin Abjasia ni Osetia del Sur, y una Ucrania absolutamente inestable en el aspecto político, pero al propio tiempo perderá a Rusia por muchos años. Pero pese a ello, ciertos miembros de la Alianza parecen transitar en tractor por un campo de cultivo, sin fijarse en los sembrados".
Rogozin prevé un dramático desarrollo de relaciones Rusia - OTAN en el caso de recibir Georgia y Ucrania la invitación de unirse a la Alianza. "Quedarán destruidos todos los mecanismos que se venían edificando hasta ahora con tanta dificultad y servían para arreglar problemas en materia de seguridad. Basta con que se organice una sola provocación en la frontera entre Abjasia y Georgia, para que los rusos y los estadounidenses empiecen a mirar los unos a los otros a través de la mira de los fusiles automáticos", dijo.
