Viena, 28 de abril, RIA Novosti. El padre arrestado de una mujer de 42 años, a la que mantuvo encerrada en un sótano durante más de 20 años en la ciudad de Amstetten, Austria, ha empezado a hacer declaraciones, informa la televisión local.
El 19 de abril, fue internada en un hospital local una muchacha de 19 años, con síntomas poco comprensibles. En un papelito que ella llevaba consigo se pedía prestarle asistencia médica. Los médicos, al no llegar a comprender el carácter de su dolencia, se dirigieron a la "opinión pública", pidiendo que llegase la madre de ella, para aclarar la situación.
Pasada una semana, la policía, "puesta sobre la pista", pudo entrar en contacto con la madre, Elisabeth F., la que se encontraba en muy mal estado psíquico y físico y aceptó hacer declaraciones sólo tras las largas conversaciones sostenidas con ella y después de haber recibido aseveraciones de que nunca más se vería obligada a contactar con su padre.
Según Elisabeth, él la retenía en el sótano de la casa durante 24 años en calidad de una esclava sexual. Ella dio a luz a siete hijos, uno de los cuales murió días después de haber nacido. El padre sacó afuera su cuerpo y lo quemó.
Al decir de la víctima, el padre la empezó a utilizar de modo sexual desde que ella cumplió 11 años; el 28 de agosto de 1984, él le dio un estupefaciente y, al ponerle esposas, la encerró en el sótano. Desde aquel entones, ella vivía allí y allí mismo daba a luz a sus hijos.
Elisabeth era buscada durante largos años, entre ello por Interpol. Se suponía que ella cayó en manos de una secta religiosa.
Tres hijos de ella pudieron salir del sótano. Al ser unos bebés todavía, se fingió que ellos eran unos niños expósitos, fijándoles papelitos en que se pedía que "los abuelos" cuidasen de ellos. Los pequeños fueron prohijados y vivieron en condiciones normales. Los otros tres - un muchacho de 18 años, un chico de 5 y una joven de 19 - siguieron con su madre en el sótano, sin ver la luz diurna.
La esposa del austriaco de 73 años afirma no saber nada. Ella, los hijos de Elisabeth y la propia mujer de 42 años actualmente están en una clínica, donde los atienden los psicólogos.
