Montevideo, 26 de junio, PL, para RIA Novosti. Alberto Salazar Gutierrez. En el 35º aniversario del golpe que instauró una dictadura militar en el país, la central obrera uruguaya realizará mañana un paro de cuatro horas y reclamará castigo para los represores.
El Plenario Intersindical-Convención Nacional de Trabajadores convocó a la ciudadanía a un acto frente al Parlamento para también proclamar al 27 de junio Día por la Anulación de la Ley de Caducidad.
El PIT-CNT y diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos darán así un nuevo impulso a la campaña contra la norma, que impide juzgar a responsables de crímenes durante la época dictatorial.
Para que el Tribunal Electoral convoque una consulta popular sobre el tema, la Coordinadora por la derogación de la también llamada ley de impunidad ya reunió unas 110 mil firmas de las 251 mil 847 necesarias.
Celebrar el acto frente al Parlamento reviste un alto simbolismo, pues su clausura por decreto del entonces presidente Juan María Bordaberry fue lo que inició uno de los períodos más nefastos de la historia uruguaya.
Los propios legisladores celebrarán este viernes una sesión extraordinaria y publica en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados en que reflexionarán sobre las formas de restañar las heridas, aún visibles en el alma de la nación, causadas por el golpe.
A la velada fueron invitadas Milka González, dirigente de Familiares de Detenidos Desaparecidos, y Macarena Gelman, nieta del poeta Juan Gelman y cuyos padres fueron víctimas de la acción coordinada entre las dictaduras de Uruguay y Argentina como parte de la Operación Cóndor.
El siniestro plan, coordinado por las dictaduras del cono sur latinoamericano con conocimiento y apoyo del gobierno de los Estados Unidos, causó en la región 12 mil víctimas en la década 1970-1980. A su sombra, todavía hoy continúan desaparecidos unos 200 uruguayos.
