Brasilia, 22 de julio, PL, para RIA Novosti. La destrucción de regiones pantanosas puede liberar colosales cantidades de gases y agudizar el calentamiento global, advirtieron científicos reunidos hoy en Cuiabá, capital del estado brasileño de Mato Grosso.
Allí confluyeron 700 investigadores de 28 países asistentes a la VIII Conferencia Internacional de Áreas Húmedas, promovida por la Sociedad Mundial de Ecología, encuentro que tiene lugar por primera vez en América Latina.
La conferencia se celebra precisamente en torno al mayor bioma del género, el llamado Pantanal brasileño, que ocupa extensos territorios de dos estados: Mato Grosso y Mato Grosso do Sul.
Los asistentes recordaron que los humedales son áreas con alta concentración de dióxido de carbono y metano, que mientras están vivos absorben y retienen grandes cantidades de gases, moderan los niveles de agua y abrigan gran biodiversidad.
A nivel mundial, esas áreas inundadas de mangles, pantanos y tundras, cubren apenas el seis por ciento de la superficie del planeta pero contienen cerca del 20 por ciento del dióxido de carbono existente en la Tierra, recordaron los expertos.
Un desequilibrio en esos sistemas haría perder el control que han ejercido durante siglos sobre la descomposición con bajo oxígeno del material orgánico allí retenido y ello causaría además mayor evaporación y la reducción de las precipitaciones, apuntaron.
Recordaron que algunos trechos de estas forestas húmedas que han sido drenadas liberan cerca de 40 toneladas de gas carbónico anualmente, lo que acelera el proceso de calentamiento global del planeta.
Son áreas esenciales para la salud del planeta y los problemas que padecen han sido causados por supuestas soluciones creadas por el hombre para su desecación, opinó el rector de la universidad de la ONU, Konrad Osterwalder.
En los últimos 100 años el 60 por ciento de los pantanos de todo el mundo fueron destruidos por drenajes para fines agrícolas, construcciones de canales y desarrollo urbano, observó por su parte Wollfgang Junk, del Instituto Max-Planck de Aguas Dulces.
Las declaraciones del experto alemán y de otros científicos, destacadas por la prensa local, muestran que esas áreas actúan como esponjas absorviendo el dióxido de carbono, pero además previenen las crecidas y protegen las riberas de los ríos de la erosión.
El mundo debe entender y apreciar plenamente el papel ambiental, social y económico que los humedales desempeñan, dijo por su parte Paulo Teixeira, secretario ejecutivo del Centro de Investigaciones del Pantanal, uno de los coordinadores del encuentro.
