Novosibirsk (Rusia), 28 de agosto, RIA Novosti. Los batiscafos Mir-1 y Mir-2, que desde el pasado mes de julio investigan el lago Baikal, reanudaron las inmersiones submarinas suspendidas por una tormenta y un fuerte terremoto, informó hoy el Director de Instituto de Limnología (Academia de Ciencias de Rusia) Mijail Grachov.
"El olaje ha disminuido y esto permite reanudar el trabajo", dijo Grachov al comentar que el fuerte terremoto ocurrido la víspera, también alteró las labores de la expedición científica que investiga el Baikal, el embalse natural más profundo del planeta.
El seísmo, de una magnitud de entre 6 y 7 grados en la escala abierta de Richter, no causó víctimas pero si situaciones de pánico y daños en varias ciudades de Siberia, como Chita, Krasnoyarsk, Novosibirsk e Irkutsk, la urbe más cercana a la parte suroccidental del Baikal.
Según Grachov, en las inmersiones previstas, los batiscafos investigarán géiseres a profundidades de más de mil metros en el fondo del lago, tomarán muestras del suelo, fauna y flora acuática.
Ubicado en la parte sur de Siberia Oriental y con una antigüedad estimada en 25 millones de años, el lago Baikal tiene 31.494 km² de superficie, 636 kilómetros de largo, 80 kilómetros de ancho.
Este enorme embalse natural contiene 23.000 km³ de agua, equivalente al 20% del agua dulce de todo el planeta, y al 90% de las reservas hídricas de Rusia. Muchos especímenes de la flora y la fauna (más de 2.000 especies) que habitan en el lago, no se encuentran en ninguna otra parte del planeta.
Considerado como uno de los santuarios ecológicos más sensibles de la Tierra, el lago Baikal es también uno de los sitios más atractivos y exóticos que ofrece
Siberia al turismo mundial.
El Baikal supera con creces el volumen conjunto de los cinco Grandes Lagos de Estados Unidos y Canadá y está incluido en la lista de lugares de "Herencia Natural Universal" de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
