TeleSUR
Al concluir el encuentro el prefecto de Tarija, Mario Cossío, que representa al Conalde, informó a la prensa que se alcanzó un 80 por ciento de las bases de un acuerdo preliminar que permita encarar un diálogo profundo para solucionar la crisis política y social que atraviesa el país.
La primera sesión de diálogo entre el Gobierno de Bolivia y el Consejo Nacional Democrático (Conalde), que agrupa a los prefectos y cívicos opositores, concluyó la madrugada de este lunes sin acuerdo pero con algunos avances.
La reunión, que se desarrolló en Palacio Quemado, en la capital La Paz (oeste), se instaló a las 19:00 de la noche del domingo (hora local) y se prolongó hasta las 02:15 de la madrugada de este lunes.
En el encuentro, se discutieron temas relacionados con la autonomía departamental, los impuestos a los hidrocarburos y la propuesta de reforma constitucional.
El diálogo continuará este lunes en la noche tras el regreso del presidente, Evo Morales a Bolivia, proveniente de Chile donde se celebrará la cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Al concluir el encuentro, el prefecto de Tarija (sureste), Mario Cossío, que representó al Conalde, informó a la prensa que se alcanzó un 80 por ciento de las bases de un acuerdo preliminar que permita encarar un diálogo profundo para solucionar la crisis política y social que atraviesa el país.
Comentó que en el transcurso de la jornada de este lunes hará las consultas pertinentes con sus colegas prefectos para sentarse nuevamente en la mesa de diálogo la noche de este lunes.
"Va por buen caminos y es mejor tomarse un tiempo, por eso hemos acordado continuar el lunes en la noche cuando el Presidente (Evo Morales) retorne de Chile", afirmó al aclarar que no se pretende imponer condiciones para seguir el diálogo.
Por su parte, el viceministro de Descentralización, Fabián Yaksic, coincidió con Cossío al señalar que se lograron avances y que no se descarta que el presidente Evo Morales participe en el encuentro.
"Lo que hemos hecho es partir de estas bases de acuerdo señalados el viernes. Lo que hemos estado haciendo es trabajar un documento, que pueda ser suscrito entre todos y por su puesto, eso ameritaba un trabajo mucho más complicado, porque va a reflejar en el documento todos los avances que hemos tenido el día viernes", explicó.
Dijo que es pertinente que Cossío consulte con sus colegas prefectos sobre los avances y acuerdo que se pretenden firmar.
Yaksic considera que el documento al que finalmente se llegue va permitir que se trabaje Gobierno y Prefectos en la pacificación, en el entendimiento y todo lo que se tenga que hacer en el marco de un estado de derecho.
La impunidad como condición
Entre tanto, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, enfatizó, al igual como lo había hecho el vicepresidente Álvaro García Linera, que "si el diálogo es condicionado con la impunidad no hay nada de que hablar", al referirse a una eventual defensa del prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, quien es acusado de propiciar la masacre de campesinos.
La autoridad de Gobierno aseguró que se extremarán esfuerzos máximos para que Fernández, quien se encuentra prófugo y presuntamente habría huído a Brasil, tenga la sanción de 30 años de cárcel sin derecho a indulto por el delito de genocidio.
"Este caso no va a quedar en la impunidad, vamos a demostrar que las instituciones del Gobierno boliviano funcionan", reiteró el viceministro.
Consideró que el diálogo entre el Gobierno y los opositores, representados por Cossío, no debería ser entorpecido por el proceso contra Fernández, porque las muertes no se negocian.
Aclaró que se está hablando de la pérdida de numerosas vidas de compatriotas y "esas muertes no pueden quedar escondidas debajo de una alfombra o de una mesa de negociaciones".
Por eso insistió que, "jamás vamos ha poner estos temas en la mesa del diálogo, todo lo contrario, si alguien quiere imponer como condición del diálogo la impunidad, entonces no hay nada de que hablar, no habrá negociación, la impunidad es en sí una violación de los derechos humanos".
Censuró las declaraciones "sínicas" del prefecto pandino "tratando de evadir y disminuir su responsabilidad sobre los muertos en Pando".
Recordó que Fernández ha tenido una larga trayectoria como "cacique", encabezando constantes abusos en contra de campesinos e indígenas en la región.
Aclaró que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y pueden ser perseguidos en cualquier momento, no se extinguen.
El viceministro también instó a la justicia boliviana a que se inicie una investigación transparente, completa y parcial de los sucesos en el departamento de Pando.
Alertó que para la persecución de estos crímenes no le va a valer a Leopoldo Fernández, tratar de escapar del país porque se actuará bajo el principio de extraterritorialidad de los individuos o de la denominada jurisdicción universal en la persecución de crímenes de lesa humanidad.
Genocidas huyen a Brasil
El gobierno informó este domingo que varios sicarios que masacraron a campesinos en la población pandina del Porvenir, presuntamente por órdenes del prefecto Fernández, huyeron al Brasil, por lo que gestiona su detención inmediata ante el vecino país.
"Se han ido al lado brasileño. Estamos haciendo las gestiones con Brasil para que puedan detener allí a las personas que estén portando armas, por supuesto eso de portar armas es ilegal en cualquier lugar del mundo", informó el ministro de Defensa, Walter San Miguel.
Por su parte, el portavoz de la Presidencia, Iván Canelas, y el viceministro de Descentralización, confirmaron a su turno, que los militares tomaron de forma paulatina la capital pandina.
Otro grupo numeroso se dirigió al lugar de la masacre campesina para pacificar el lugar y prestar ayuda humanitaria a los familiares de las víctimas y a las decenas de heridos.
