Pekín, 21 de octubre, RIA Novosti. La asociación médica internacional "Fundación Kashin-Beck" propone sembrar ortiga en todo el Tíbet, para combatir un mal poco estudiado que se propaga en esa región.
Se trata de la Enfermedad de Kashin-Beck, que se caracteriza por afección de las extremidades y la espina dorsal, resultado de lo cual dejan de crecer los huesos y surge disfunción de articulaciones. Las causas de ese mal se ignoran. Unos médicos afirman que lo provoca la falta de microelementos en el organismo, mientras que otros dicen que su origen está en el hongo "fusarium", que se introduce en el organismo al consumirse cereales no elaborados.
"En nuestra opinión, el mal se provoca por ambos factores. El primer paso para combatirlo consiste en garantizarle a la población local una alimentación normal, provista de todos los microelementos necesarios", dijo a RIA Novosti la directora de la Fundación Kashin-Beck, Francoise Mathieu.
Hasta un 70% de los niños y adolescentes padecen esa enfermedad en ciertos poblados del Tíbet. La mayoría de ellos en lo venidero no podrán mantener ni a su familia ni a sí mismos, lo que dificulta mucho el desarrollo económico de la región, dijo ella.
La dieta de la población local es muy pobre en microelementos y vitaminas. La ortiga, que es una planta tanto buena para la salud como sabrosa, puede ayudar en tal situación, afirmó.
