El director del Centro Psiquiatría Forense y Social "Serbski", Tatiana Dmitrieva, declaró ayer que el número de visitas al psicólogo por parte de la ciudadanía rusa aumentó en un 10%; al psiquiatra, en un 20%, como consecuencia de la crisis financiera mundial, escribe en su edición de ayer el periódico ruso "Kommersant". Los pacientes se quejan más a menudo de depresión, presentan síntomas de neurosis, sienten pánico. Los médicos pronostican el aumento de casos de psicosis alcohólica.
Según Dmitrieva, por el momento no se puede hablar del "aumento de suicidios" relacionados con la crisis mundial. Aunque los medios de información regionales dicen que los casos de suicidio vinculados a la bancarrota de los hombres de negocio o a la necesidad de pagar grandes deudas, tienen lugar en las metrópolis. Vale como ejemplo el suicidio del copropietario de la red de tiendas de lujo "Intermoda", Serguei Poliakov, que tuvo lugar en Nizhni Novgorod (curso medio del Volga). Hace unos días se suicidó en Moscú el conocido empresario Vladimir Zubkov, propietario del consorcio "Sobi" y uno de los mayores vendedores de pasajes aéreos en el mercado ruso. En estos dos casos los suicidas dejaron unas notas en las que mencionaban a la crisis mundial como causa de su suicidio.
Los especialistas más temen que haya casos de psicosis alcohólica. En circunstancias de crisis "algunos de nuestros ciudadanos" tratarán de resolver sus problemas consumiendo bebidas alcohólicas, opinó la directora del Centro.
En general, Dmitrieva asegura que por el momento el "buen juicio" prevalece en la ciudadanía rusa. El periodo de estabilidad económica y social, precedente a la actual crisis mundial, influyó positivamente en el estado psicológico de la población, continuó la directora.
"La suspensión de pagos de 1998 es incomparable con la actual crisis mundial. Cuando se produjo la suspensión, la población cayó en un terrible estado de estrés, pero poco a poco lo fue superando", señaló el catedrático de psicología de la Universidad Estatal de Moscú Mijaíl Lomonosov, Alexandr Asmólov. La población empezó a respirar libremente, a creer en una estabilidad, a planificar su vida, y de pronto, el tema de los despidos masivos, las reducciones de personal etc.
Asmólov considera que el estado psicológico de la población dependerá de las medidas que tome el gobierno. "Si va a haber una estrategia concreta de desarrollo del mercado laboral, una motivación para que la ciudadanía se capacite profesionalmente, entonces se recuperará", opina el especialista. Si las personas van a sentir que los han abandonado, los casos neuróticos serán inevitables.
