Pekín, 29 de junio, RIA Novosti. Protectores de animales salvaron a más de 300 gatos del sacrificio en restaurantes de Guangdong, provincia meridional china cuyos gourmets aprecian mucho la carne de felinos, escribe este lunes el periódico Shanghai Daily.
Los restaurantes suelen pagar hasta cincuenta yuanes o casi siete dólares por un gato, precio muy superior al que se ofrece por la misma cantidad de la carne de cerdo o cordero. Para liberar a los animales, defensores de felinos tuvieron que llegar a brazos con la persona que los mantenía presos en 22 cajas de bambú en un patio de Shanghái.
Las condiciones del cautiverio eran tan desastrosas que al menos tres gatos murieron y varios más acabaron con las patas fracturadas. El hombre confesó que lleva casi diez años en este "negocio" y que varios cómplices suyos salen de noche a "cazar gatos" en diversas zonas residenciales de la ciudad.
Algunos de los animales liberados ya volvieron a sus hogares; otros esperan a nuevos amos. Expertos señalan que ninguna normativa legal en China prohíbe a día de hoy comer gatos y que la protección de animales en general es una asignatura rodeada de lagunas legislativas. A diferencia de lo que sucede con los perros, por ejemplo, el propietario de un gato no tiene la obligación de inscribir su mascota en un registro especial, por lo cual resulta imposible acreditar los derechos de propiedad cuando el animal desaparece.
Las provincias del sur de China son famosas por sus tradiciones culinarias. Dice un refrán local que un buen cocinero sabe preparar cualquier cosa menos la luna y su reflejo. Los restaurantes incluyen en su menú no sólo recetas de serpientes, alacranes, perros y gatos sino también platos más exóticos. Algunos - por ejemplo, el cerebro de un mono vivo - están proscritos por razones éticas pero los conocedores aseguran que es posibles encontrarlos.
