6 de agosto, PL, para RIA Novosti. La necesidad de aumentar las medidas contra el régimen golpista hondureño para garantizar el goce y disfrute de los derechos humanos en ese país destaca hoy entre las demandas a la comunidad internacional.
La víspera, una comisión independiente integrada por especialistas de cerca de quince países instó al mundo a mantener una posición firme de condena al golpe de Estado, exigiendo la restitución del presidente Manuel Zelaya.
El grupo solicitó el restablecimiento del orden constitucional, y según observadores, solamente le faltó acentuar que este retorno debe ser sin condiciones, algo abundante en la fracasada mediación del presidente de Costa Rica, Oscar Arias.
Mientras tanto, el embajador estadounidense en Managua, Robert Callaham, contrario a lo que plantea el propio Zelaya, dijo que la posición de la Casa Blanca, en cuanto a Honduras, es que el Acuerdo de San José es la manera "más eficaz y más justa para resolver el problema".
Para los defensores de los derechos humanos es indispensable suspender las relaciones diplomáticas con el régimen de facto, así como cualquier apoyo económico o financiero dirigido a las instituciones del estado involucradas en el golpe.
Washington no se manifiesta en esta dirección, mientras prolonga la situación, indicó Edgardo García, del movimiento nicaragüense de solidaridad con el pueblo hondureño.
Según lo expresado por la comisión independiente, de la que formaron parte varios expertos europeos, desde ahora la situación en Honduras estará bajo atención de un Observatorio de Derechos Humanos.
El grupo hace una serie de recomendaciones a la comunidad internacional sobre acciones para presionar a los golpistas y que sea repuesto en el cargo el presidente Zelaya, entre estas, el congelamiento de visas y de cuentas en el exterior a los golpistas.
