Moscú, 20 de agosto, RIA Novosti. Un fontanero alemán, residente en Firnheim, cerca de Fráncfort del Meno, arrojó granadas de su propia fabricación contra apartamentos de sus deudores, se parapetó en su casa, pero al día siguiente se entregó a la policía, informó hoy el periódico alemán Bild.
A Jurgen K., de 44 años, lo conoció toda Alemania el miércoles pasado, cuando ese fontanero organizó varias explosiones cerca de las casas de sus ex clientes, los que le habían contraído deudas por varios miles de euros en total.
Los vecinos testimonian que Jurgen, de ordinario un hombre afable y pacífico, los últimos días tenía un aspecto muy preocupado e hizo numerosos experimentos pirotécnicos en su jardín.
Su mal humor se debió a la amenaza de quedar desalojado por el impago del alquiler durante cinco meses.
Al amanecer del miércoles, Jurgen detonó varios explosivos que había preparado, regresó a su casa donde se parapetó, y alrededor del mediodía llamó a la redacción del periódico Bild para decir que estaba sentado "literalmente sobre un kilo de dinamita".
La policía tuvo que evacuar a un centenar de habitantes de las casas vecinas. En el incidente quedaron afectados sólo unos esposos con dos niños, los cuales recibieron cortaduras en manos en el intento de abandonar la casa a través de la ventana, cuyo cristal se rompió por explosión de granada.
Al día siguiente, Jurgen salió de su vivienda con brazos levantados y fue detenido inmediatamente por agentes del servicio de seguridad.
