Moscú, 28 de septiembre, RIA Novosti. Al menos 140 muertos y más de 30 desaparecidos causaron las inundaciones en Filipinas provocadas por la tormenta tropical Ketsana, que trajo la semana pasada las mayores lluvias registradas en el país desde 1967, informaron hoy agencias internacionales.
Anteriormente, se informó de 86 víctimas mortales.
Según las agencias, más de 500 mil de personas tuvieron que abandonar sus casas por la inundación y más de 60 mil permanecen alojadas en tiendas de campaña.
El gobierno decretó ayer el estado de emergencia en Manila, capital de Filipinas, y en otras ciudades del país isleño, más afectadas por la "peor inundación aquí vista", según dijo el secretario de Defensa, Gilberto Teodoro.
Se reportó que casi el 80 por ciento de Manila está bajo agua.
Tanto las líneas eléctricas como telefónicas quedaron cortadas en varios barrios de la capital, uno de sus tres aeropuertos fue cerrado y muchos vuelos cancelados.
En medio de gran confusión los hospitales del este de la capital filipina fueron evacuados, alocuciones radiales instaban a la gente a mantenerse en los techos con promesas de que se haría lo máximo por recuperarlas.
El jefe del servicio nacional de meteorología, Prisco Nilo, atribuyó la severidad de la tempestad al "cambio climático" y afirmó que en nueve horas cayeron 41,6 centímetros de lluvia, anulando el record de 33,4 de julio de 1967.
Unos 20 tifones y tormentas tropicales golpean a Filipinas anualmente.
