Moscú, 9 de diciembre, RIA Novosti. Los debates en la Conferencia de la ONU para el Clima, que se celebra en Copenhague, fueron parados hoy por dos horas, al surgir divergencias entre unos grupos de países, informó a RIA Novosti el observador ruso en el foro Alexei Kokorin.
"Los debates fueron parados porque no se vislumbraba ninguna salida del conflicto que surgió entre los Estados insulares pequeños y los "ricachones" en desarrollo", dijo.
Kokorin explicó que los países en desarrollo ricos, en primer lugar, Arabia Saudí y Kuwait, se pronuncian a favor de prorrogar la vigencia del Protocolo de Kioto, que los exoneraba de todo compromiso de reducir los escapes de los gases con efecto de invernadero.
A su vez los Estados insulares diminutos, unos 40, que son los más vulnerables en el aspecto de las consecuencias que puede tener el cambio climático, insisten en que se aprueben un nuevo protocolo y un nuevo mecanismo financiero, que estipule asignación de recursos por los países industrializados, dijo el interlocutor de RIA Novosti.
El primer ministro danés Lokke Rasmussen, que preside la Conferencia, propuso crear un grupo de contactos para analizar la propuesta de elaborar un nuevo protocolo, añadió.
La conferencia de los países signatarios de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático se inauguró la víspera en Copenhague con participación de 193 países. Inicialmente se suponía que sus labores tendrían por resultado la firma de un nuevo convenio sobre el cambio del clima, llamado a sustituir el Protocolo de Kioto en 2012. Pero más tarde la mayoría de los analistas llegaron a la opinión de que tal documento no se aprobaría en Copenhague y que las partes se limitarían a emitir una declaración política que determine el proceso negociador para el año 2010.
Se pronostica que esas negociaciones no serán de las fáciles. Además del grupo de los Estados insulares, también los países en desarrollo formulan pretensiones. Los Estados del tercer mundo no quieren asumir compromisos vinculantes en el aspecto jurídico sobre la reducción de las poluciones.
Al conocerse la víspera el texto de un borrador de tal acuerdo, surgió un escándalo. El documento estipula, en particular, un volumen doble de los escapes por persona para los países industrializados en comparación con los en desarrollo: 2,67 toneladas de CO2 y 1,44 toneladas, respectivamente. Los delegados del grupo G77, el de los países en desarrollo, declararon que no firmarán ese documento injusto.
