Kabul, 11 de febrero, RIA Novosti. Las personas enterradas en sus autos por avalanchas de nieve en el paso de Salang llaman a sus parientes por teléfonos móviles y piden ayuda, reportó hoy a la prensa el general Rajab, jefe de los servicios de garantía del movimiento en ese paso montañoso afgano.
El general dijo que recibe numerosas solicitudes de ayuda de parte de los parientes de los atrapados.
Varias avalanchas de nieve bajaron el lunes y el martes de esta semana en la ladera sur del paso de Salang que une el norte de Afganistán con las regiones centrales del país. Centenares de turismos, autobuses y camiones cayeron al precipicio. Según datos preliminares, más de 170 personas perecieron, unas 300 recibieron heridas. El número de víctimas puede aumentar considerablemente cuando termine la operación de socorrismo que continúa tres días seguidos ya.
Pese a los colosales esfuerzos emprendidos este jueves, los socorristas no lograron encontrar vivos ni muertos por el grosor de la nieve que cubre los autos.
El general Rajab informó que al lugar de la tragedia arribaron unos grupos de zapadores de la compañía Hellotrust y la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), que intentan localizar los autos enterrados con la ayuda de detectores de minas.
