Pekín, 21 de septiembre, RIA Novosti. El Partido de los Trabajadores pilar del poder en Corea del Norte, anunció que el próximo 28 de septiembre celebrará un congreso crucial que, según lo previsto, planteará la transferencia del poder, informó hoy la agencia Xinhua desde Pyongyang.
Inicialmente previsto para los primeros días de septiembre y luego pospuesto para finales de mes, el congreso será el más importante en los últimos 30 años. Según analistas, el secretario general del Partido de los Trabajadores, Kim Jong Il, podrá entregar su cargo a su hijo menor Kim Jong Un.
Los comités militares y provinciales del partido ya eligieron a los delegados para el próximo congreso, informó el comité preparativo de la Conferencia en su comunicado citado por la Agencia Telegráfica Central de Corea (ATCC).
Los delegados elegidos "demostraron el patriotismo y el apoyo al partido y a la revolución", dice el comunicado y las recientes consultas manifestaron una vez más la unidad del pueblo en torno a la élite gobernante, encabezada por Kim Jong Il.
Así, los delegados de los comités militares, provinciales, comarcales y urbanos eligieron unánimemente como delegado para la próxima conferencia al líder actual del país Kim Jong Il, secretario general del Partido de los Trabajadores, presidente de la Comisión Nacional de Defensa, comandante en jefe del Ejército popular del país.
Kim Jong Il está al frente del país comunista desde que en 1994 muriera su padre, Kim Il Sung.
Desde medios de 2008 en los medios internacionales circulan rumores sobre el mal estado de salud de Kim Jong Il, quien habría sufrido un derrame cerebral en agosto del mismo año, y sobre sus posibles sucesores, ante todo sus hijos. Uno de los candidatos más probables a sustituir al "Querido Líder" es su hijo menor, Kim Jong Un.
Según la postura oficial de Pyongyang, el líder nacional no debe permitir que su país siga el ejemplo de la Unión Soviética o China traicionando los ideales de la revolución.
El Partido de los Trabajadores sostiene que la revolución no puede concluir durante la vida de una generación, por lo que su dirección debe transferirse a la siguiente generación. Y es mejor que se haga de padre a hijo, opinan los norcoreanos, para evitar las consecuencias del cambio de poder que se dieron en China y en la antigua URSS.
