La inspectora de Menores, capitán de la Policía Svetlana Zabiniak, pasa muchas horas en su despacho en la comisaría de una pequeña localidad rusa.
1/10
© RIA Novosti . Vitaliy Ankov
La inspectora de Menores, capitán de la Policía Svetlana Zabiniak, pasa muchas horas en su despacho en la comisaría de una pequeña localidad rusa.
Sótanos como este se convierten a menudo en lugares donde adolescentes procedentes de familias en situación de riesgo se reúnen para tomar bebidas alcohólicas y drogas. La inspectora Zabiniak se esfuerza para que estos lugares sean inaccesibles para menores.
3/10
© RIA Novosti . Vitaliy Ankov
La inspectora Zabiniak frecuenta el centro de menores de un poblado cercano, para charlar con los chavales que tiene a su cargo y ver si están bien. El chico de la foto, huérfano de padre y con una madre alcohólica, quiere ser militar, y Svetlana confía en que todo le salga bien en la vida.
Aunque la mayoría de los menores del centro echan de menos sus hogares, estas dos hermanas no quieren volver a su casa que la madre, una drogadicta, convirtió en un verdadero antro y de donde fueron rescatadas por la inspectora.
En esta chabola, la vida será imposible tanto para niños, como para adultos. Por si acaso, la inspectora decidió asegurarse de que aquí no hay nadie que pueda necesitar su amparo.
En esta casa, lo que más indignó a la inspectora es que la pequeña fuera descalza mientras el suelo de la entrada estaba lleno de cristales rotos. “Abriré un expediente para retiraros la patria potestad”, advirtió Svetlana a los padres alcohólicos.
7/10
© RIA Novosti . Vitaliy Ankov
Siempre que puede, Svetlana visita este colegio en el que estudian muchos de los que están a su cargo. El chico con el que charla junto a una ventana, está pendiente de una sentencia judicial. La inspectora espera que el tribunal no sea muy duro con él, ya que considera que no es malo y puede rehacer su vida.
8/10
© RIA Novosti . Vitaliy Ankov
Otra de las importantes funciones que realiza Svetlana consiste en prevenir la delincuencia juvenil, objetivo con el que a menudo imparte charlas en los colegios locales.
Gracias a la perseverancia de la inspectora, la madre de esta familia logró rehacer su vida al dejar de beber. No obstante, sus dos hijos menores siguen delinquiendo, por lo que Svetlana continúa frecuentando esta casa.
La capitán Svetlana Zabiniak inició su trayectoria profesional en la policía rusa hace siete años. Su labor en los primeros nueve meses de 2010 le valió el título de la mejor inspectora de Menores de su localidad.
