Eslovaquia y su gobierno no planea abandonar la eurozona, afirmó hoy la primera ministra de Eslovaquia, Iveta Radicova, al comentar una declaración del presidente del Parlamento eslovaco, Richard Sulik, que llegó la hora de que el país se niegue al uso de la moneda europea única y devuelva la corona eslovaca.
En declaraciones a la prensa, Radicova advirtió que el país no trabaja sobre ningún "plan de salida de la eurozona", porque no hay necesidad y que la posición del gobierno es clara: “hemos hecho lo máximo posible, tomado todas las medidas necesarias, para nuestra conservación en la eurozona", afirmó la primera ministra.
Anteriormente, el presidente del Parlamento eslovaco, en un artículo escrito por el mismo en el periódico checo, Hospodarske noviny, afirmó que “Eslovaquia debe estar preparada para acabar con el uso de la moneda europea única, el euro y devolver a la circulación la moneda nacional, la corona eslovaca”.
Según sus palabras, llegó el tiempo de que Eslovaquia "abra los ojos y deje de creer en las peroratas de los líderes de la eurozona", y “que el país debería ocuparse de la preparación de un "plan" para acelerar el regreso de la moneda nacional”.
Eslovaquia fue uno de los primeros países postcomunistas que entraron en la unión europea de divisas. Sin embargo, cuando surgió, la crisis financiera en Grecia, Eslovaquia fue el único país de la eurozona, que se negó a la concesión de un crédito a Atenas.
El presidente del Parlamento eslovaco, entonces, puso en duda la situación económica de la CE y la estabilidad de la moneda europea única. Sulik, sostuvo que ayudar a los Estados-miembros de la CE, que no pueden cumplir con sus deudas, es un paso irresponsable, que puede engendrar problemas posteriores en naciones no deudoras.
