El Gobierno de Rusia informa sobre los resultados de su lucha contra la crisis

© RIA Novosti . Mikhail Klimentiev / Acceder al contenido multimediaEl tema de la crisis fue abordado por el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, en una entrevista concedida a los directores de tres cadenas de televisión federales.
El tema de la crisis fue abordado por el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, en una entrevista concedida a los directores de tres cadenas de televisión federales. - Sputnik Mundo
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Es muy posible que la crisis económica ya esté superada, pero sus secuelas seguirán afectando a la economía rusa durante mucho tiempo.

Es muy posible que la crisis económica ya esté superada, pero sus secuelas seguirán afectando a la economía rusa durante mucho tiempo.

El tema de la crisis fue abordado por el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, en una entrevista concedida a los directores de tres cadenas de televisión federales.

Más o menos al mismo tiempo, los vicepresidentes del Gobierno de Rusia, Igor Shuválov y Alexander Zhúkov, junto con el presidente del Banco Central de Rusia, Serguei Ignátiev, estaban presentando en la Duma de Estado (cámara baja del Parlamento) el informe anti crisis que abarcó los primeros nueve meses del año 2010.

La crisis se acabó, pero sus efectos todavía se dejan sentir…

El máximo mandatario ruso señaló que uno de los principales resultados del año saliente es la superación de la crisis económica. Un brusco descenso de los indicadores económicos dio paso a una tendencia hacia un crecimiento estable: la economía rusa muestra tasas de crecimiento de un 4% del Producto Interior Bruto; y este no es el único índice alentador. El saldo positivo de la balanza comercial entre enero y noviembre de 2010 aumentó en términos anuales en un 37,3% (alcanzando los 135.800 millones de dólares). Según informó Alexander Zhúkov, las inversiones directas aumentaron durante el mismo período en un 5,1%. Las carteras de créditos de los bancos rusos podrían aumentar a finales del año entre un 10 y un 12%.

Sin embargo, todavía hay señales de alarma. El hecho mismo de que el Estado ruso haya invertido recursos significativos en la aplicación de las medidas anti crisis pone de manifiesto la existencia de ciertos problemas. De acuerdo con el informe presentado, para este año estaba previsto asignar para estos fines 295.000 millones de rublos (cerca de 10.000 millones de dólares), de los que para el 1 de octubre ya se habían gastado 233.700 millones de rublos (cerca de 7.900 millones de dólares).

Por otra parte, esos datos positivos son también consecuencia de la crisis, ya que muchos de esos indicadores de crecimiento partían de un punto de referencia muy bajo. Este idea hay que tenerla en mente al leer los datos sobre el aumento del volumen de las inversiones (que en 2009 se redujeron en un 11%) y sobre el crecimiento del PIB. A esto cabe agregar que las perspectivas de crecimiento son bastante inciertas. El efecto base parece haberse extinguido ya, y es muy probable que el efecto de la demanda aplazada (que de igual forma ha contribuido a mejorar los indicadores económicos) también. El aumento de las presiones fiscales sobre las empresas difícilmente ayudará a estimular la actividad económica. Sólo queda, por lo tanto, la esperanza de una coyuntura externa que es de momento favorable para la economía rusa, pero cuyo signo podría cambiar. Además, una serie de expertos ha expresado que incluso si los precios del petróleo siguen siendo altos, el crecimiento generado por la exportación de las materias primas no superará el 2% anual.

Afluencia y salida de capitales

El  crecimiento que no tiene que ver con el sector extractor requiere unas inversiones más que significativas, pero en la actualidad, desgraciadamente, son más considerables las cantidades que abandonan la economía nacional que aquellas que entran en ella: el Banco Central pronostica una salida de capitales neta de 22.000 millones de dólares.

Las autoridades rusas, por supuesto, procurarán invertir esta tendencia negativa y captar inversiones extranjeras. Lo más importante es que no se produzca una afluencia de capital especulativo: la economía rusa no lo necesita para nada.

La atracción de inversiones a la economía rusa depende en gran medida de la actividad de los bancos, o más bien de las tasas de interés que, según Alexander Zhúkov, se están reduciendo. Sin embargo, para conseguir créditos para la economía nacional esta reducción debería ser mucho más significativa, cosa que parece imposible en las condiciones actuales de alta inflación. Para que los bancos concedan créditos a la industria y para que empiece a funcionar de manera satisfactoria el sistema de préstamos hipotecarios, haría falta que la inflación se redujera, como mínimo, hasta los niveles europeos, es decir, hasta un 4% ó 5% anual. El objetivo está formulado: en el presupuesto para el año que viene está prevista una inflación del 6,5%, mientras el Banco Central menciona la cifra del 7%. La situación parece repetirse: a principios de 2010 se hablaba de una inflación de 6% ó 7% anual y a finales de año acabaremos en un 8,5%.

Problemas sin solucionar

Además de la incertidumbre, heredamos de la crisis numerosas debilidades adicionales. Una de ellas es el problema de las grandes empresas de las que depende una ciudad o una región entera y que han resultado ser no rentables. Durante la fase más aguda de la crisis, el Estado las apoyaba enérgicamente, asignándoles subvenciones; más que por su viabilidad económica, por la función social que cumplían, ya que garantizaban el empleo a decenas de miles de personas en dichas ciudades.

No obstante, este problema también habrá de ser resuelto tarde o temprano. Según manifestó Zhúkov, para este tipo de ciudades han sido elaborados cerca de 50 proyectos de inversiones cuya realización permitirá crear hasta 200.000 puestos de trabajo y captar unas inversiones por importe de unos 190.000 millones de rublos (unos 6.300 millones de dólares). Para la ejecución de estos proyectos el Gobierno de Rusia ya asignó 10.000 millones de rublos (330 millones de dólares) de subvenciones y concedió préstamos por un monto total de 5.600 millones de rublos (186 millones de dólares).

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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