Hasta lo partidos más pequeños pueden intervenir en el parlamento de Rusia

El pasado 10 de diciembre, los líderes de tres partidos sin representación en la Duma de Estado (cámara baja del parlamento ruso) fueron invitados a tomar parte en la discusión sobre la necesidad de introducir enmiendas al Código Laboral vigente.

El líder del partido liberal Yábloko, Serguei Mitrojin, el miembro del Consejo Político del Partido Patriotas de Rusia, Serguei Glótov, y el representante del partido Causa Justa Boris Nadezhdin, todos ellos, antiguos parlamentarios, intervinieron ante los diputados.

En su discurso anual ante la Asamblea Federal el presidente de Rusia Dmitri Medvédev, propuso conceder el derecho de intervenir en el parlamento a los representantes de partidos que no tienen representación en la Duma de Estado.

El mandatario ruso presentó esta iniciativa en el marco de modernización del sistema político argumentando que el electorado que votó por los partidos minoritarios, al menos deben tener  derecho de una representación formal.
 
Esto supone un caso sin precedentes, que ni siquiera se le ha ocurrido  a ningún otro país democrático. Aunque por otro lado, para obtener escaños en los parlamento de esos países, los partidos deben reunir menos que los 7% estipulados en Rusia, ya que algunos países occidentales, esa barrera electoral es menor o  no existe.
 
Durante las últimas elecciones parlamentarias celebradas en Rusia en 2007, los citados partidos, quedaron muy por debajo de la barrera de 7%. Yábloko y Patriotas de Rusia juntos reunieron un 2,5% de votos y tres partidos de oposición que formaron después la coalición Causa Justa, reunieron un poco más de 2%. Es una gota de agua en el mar, al margen del error estadístico.
 
En números concretos se trata de los votos de unos tres millones de personas, que resultaron perdidos. Ahora resulta que no lo fueron porque estarán representados en la cámara baja del parlamento ruso una vez al año, como  estipula la ley aprobada el pasado verano por la Duma de Estado, de acuerdo con la iniciativa del presidente del país.

Es posible interpretar esta innovación de varias maneras, como un premio de compensación o como otra oportunidad en la antesala de las próximas elecciones parlamentarias.

Boris Nadezhdin eligió la segunda opción y prometió que su partido reunirá el 5% en 2011, obtendrá un escaño en el parlamento y él mismo representará a su partido.
 
Pero es posible que esos planes tan modestos no puedan convertirse en realidad. Las tesis políticas que ofrece Causa Justa no gozan de mucha aceptación entre el electorado.
Nadezhdin fue el único que apoyó las iniciativas propuestas por la Unión de Industriales y Empresarios sobre el aumento de la edad de jubilación y imposición de una semana laboral de 60 horas.

Los tres líderes de los partidos invitados a la Duma de Estado aprovecharon de la situación para promover los programas de sus partidos.
El Código Laboral fue tan sólo un pretexto para exponer varias declaraciones y promesas. Es decir, estos partidos tuvieron la oportunidad de iniciar su campaña electoral anticipadamente. Les dieron puntos de ventaja.

Nadezhdin evidentemente presentó la postura de su partido. Pero si Causa Justa planea proclamar consignas tan poco populares en su campaña electoral es difícil pronosticar quién votaría por este partido.
La mayoría del electorado no apoya las propuestas de la Unión de Industriales y Empresarios. Y se prevé que la pequeña porción de empresarios que está de acuerdo con estas iniciativas votaría por el partido oficialista rusia Unida.

En todo caso, las elecciones se celebrarán en un futuro lejano y la Causa Justa  bien puede cambiar su postura.
Mitrojin y Glótov decidieron no arriesgar y prometieron luchar contra todo lo malo. Los representantes de fracciones parlamentarias también descartaron la iniciativa de aumentar la edad de jubilación y la semana laboral de 40 horas.

“No podemos apoyar tales iniciativas”, dijo el presidente del comité de trabajo y política social de la Duma de Estado, miembro de Rusia Unida, Andrei Isayev. En esta situación, Nadezhdin al menos tuvo aspecto original y la oportunidad de destacarse.

Las elecciones a la Duma de Estado para un mandato de cinco años (a diferencia de los cuatro años actuales) que se celebrarán a finales de 2011, mostrarán qué partido no representados en la Duma logró aprovecharse de su derecho de intervenir en el parlamento.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI