Rusia necesita al menos 20 años para cambiar la estructura de su economía

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Expertos de la Escuela Superior de Economía de Rusia (ESER), llegaron a la conclusión que la economía rusa durante décadas dependiente del sector de la extracción, a largo plazo puede modificar su estructura mediante la diversificación de la producción industrial y el desarrollo de innovaciones tecnológicas.

Expertos de la Escuela Superior de Economía de Rusia (ESER), llegaron a la conclusión que la economía rusa durante décadas dependiente del sector de la extracción, a largo plazo puede modificar su estructura mediante la diversificación de la producción industrial y el desarrollo de innovaciones tecnológicas.

La cuota de exportación de productos diferentes a los hidcrocarburos y otras materias primas y derivados puede aumentar más que 2,5 veces, desde el 15% actual hasta un 40% para 2030.

Según los expertos de ESER, Rusia dispone de los instrumentos necesarios para realizar este programa.

El gobierno ruso debe tan sólo demostrar la suficiente voluntad política, porque se verá obligado a reducir los excesivos gastos en los programas sociales y en proyectos ambiciosos, como la Olimpíada de Sochi 2014 y el Mundial de Fútbol 2018.

Estancamiento frente al desarrollo innovador

El gobierno ruso decidió preparar un pronóstico de desarrollo económico a largo plazo, hasta 2030.
Pero los expertos independientes lo hicieron con más velocidad. “Decidimos adelantar al gobierno para ser los primeros en hacer  los cálculos”, dijo el jefe del departamento de análisis macroeconómico de la ESER, Serguei Aleksáshenko, en una rueda de prensa celebrada en RIA Novosti.

Los expertos presentaron dos posibles escenarios de desarrollo de la economía rusa, el inerte y el innovador.
El primer escenario, o  “avance inercial” prevé que  todas las tendenicas actuales continuarán. Una lenta disminución de la corrupción, una reducción de la eficacia de los negocios, fuga de capitales que pudieron destinarse a las inversiones, etc.

En este escenario, el presupuesto federal es la principal fuente de inversiones que se destinan a proyectos para promover la imagen del gobierno ruso (la Olimpíada de Sochi, el Mundial de Fútbol, los programas sociales, la Defensa).
Por consiguiente, los sectores de economía, ciencia, educación, salud pública, etc. carecen de recursos necesarios.

El segundo escenario denominado “Salto de tigre”, incluye la formación de instituciones civiles y económicas dinámicas,  el fomento de la  competitividad y la creación de un clima favorable para las inversiones directas, incluidas las extranjeras, que deben convertirse en el motor del desarrollo económico.

Este escenario debe reducir la dependencia de la economía rusa de la extracción de recursos energéticos, de tal manera que la cuota de exportación de productos diferentes a las materias primas o sus derivados crezca anualmente hasta alcanzar un 40% en 2030.

Los cambios en el modelo económico llevan años

Hoy en día, circulan muchos pronósticos alarmistas acerca de las perspectivas de la economía rusa basada en la exportación  de materias primas, y no obstante el  “avance inercial” no tiene implicaciones apocalípticas.

El sector energético nunca ha dejado de ser la locomotora de la economía rusa. Durante los próximos 20 años, Rusia aumentará lentamente la extracción de petróleo y gas, lo que contribuirá a un lento crecimiento económico en torno al 2% anual.
El déficit presupuestario determinará el crecimiento de la deuda pública hasta un 40%, y el aumento del consumo de productos importados conllevará a desajustes en la balanza de pagos.

La devaluación del rublo combinada con la creciente inflación amenazará con desestabilizar la economía rusa dependiente del sector de la extracción.

El escenario “Salto de tigre” tampoco producirá un rápido desarrollo económico. “Los cambios estructurales en la economía no pasan rápidamente. La creación de nuevas industrias, nuevos sectores llevan tiempo”, señaló Aleksáshenko. “Por eso, en la fase inicial, ambos escenarios registrarán casi el mismo ritmo del crecimiento económico”, agregó.

La economía innovadora dará un salto después de 2018 ó 2019, cuando, según los cálculos de la ESER tenga lugar una nueva crisis financiera que afectará al mundo.

Pero aún en este caso, es poco probable que Rusia alcance el ritmo de crecimiento de la economía china. El indicador óptimo para Rusia es de un 5% anual.

Un crecimiento más rápido, por ejemplo, un 7% ó 8% anual también es posible pero aumenta el riesgo de recalentamiento en la economía.

Según los expertos, el crecimiento del PIB no es el único y principal indicador del desarrollo exitoso de la economía. La estructura del crecimiento económico también es muy importante, como en Rusia.

Las carreteras en Rusia son más necesarias que los estadios

Los rusos no deben contar con un aumento drástico de sus ingresos. Según Aleksáshenko, el ritmo de crecimiento de los salarios no debe superar el ritmo de crecimiento de  la productividad.
Para bajar los precios en el mercado de trabajo, hace falta adoptar una serie de medidas, incluidas unas poco populares. Se trata de las reformas que estipulen aumentar la edad de jubilación y crear estímulos adicionales para la inmigración laboral.

Los expertos de la ESER consideran que el gobierno debería revisar los programas de financiamiento de ambiciosos proyectos deportivos y reducir gastos sociales que impidan el desarrollo económico. El escenario innovador estipula lo contrario.

Según la directora del “Centro del Desarrollo” adjunto a la ESER, Natalia Akindínova, si Rusia necesita de la economía innovadora, el estado debe cesar de aumentar las pensiones y aún reducir el volumen general de los compromisos sociales hasta el nivel de 2009.

Además, el gobierno deberá fijar el coeficiente de reemplazo, o sea, la relación entre la pensión media y el salario medio, al nivel del 34%.
Esta medida seguramente suscitará una polémica pero es ineviable. Rusia necesita recursos para financiar proyectos de infraestructura muy importantes a diferencia de los que tan sólo sirven para promover la imagen del país.

“La transición paulatina hacia la economía innovadora sería imposible sin la modernización de carreteras, puentes, viaductos, redes de comunicación, etc.”, manifestó el experto del “Centro del Desarrollo” de la ESER, Maxim Petronévich.

El atraso en el desarrollo de la infraestructura es uno de los factores principales que ralentizan el crecimiento económico.
Otro factor, según Petronévich, es un alto nivel de inflación que afecta al proceso de planificación de inversiones. Es lógico. Una tasa de inflación alta induce el alza de los tipos de interés.

En consecuencia, los bancos prefieren no conceder créditos a las empresas (especialmente a las pequeñas y medianas) porque temen que estos no puedan devolver la deuda, y las empresas no se deciden a tomar préstamos debido a los tipos de interés que superan el 10%.

Para crear en Rusia un clima inversionista favorable es necesario reducir la tasa de inflación hasta el nivel europeo, es decir, hasta un 3% ó 4%. Una de las posibles medidas es reducir la subida de tarifas de los monopolios naturales hasta un 4 ó 5%.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI.

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