El Consejo de Seguridad de la ONU, al celebrar anoche una reunión a puerta cerrada, condenó el cruel aplastamiento de las protestas antigubernamentales por las autoridades de Libia y las exhortó a cesar sin dilaciones el uso de la violencia.
“Los miembros del Consejo de Seguridad expresaron mucha inquietud por la situación en Libia y condenaron la violencia y el empleo de la fuerza contra la población civil”, declaró al cierre de la reunión la presidenta de turno del Consejo, María Luiza Ribeiro-Viotti, embajadora de Brasil ante la ONU.
El Consejo de Seguridad de la ONU declaró que deplora la muerte de centenares de civiles en Libia e instó a las autoridades del país a respetar los derechos humanos.
Los miembros del Consejo subrayaron que hace falte exigir la responsabilidad a los organizadores de los ataques contra la población civil.
Las protestas masivas contra el régimen Gadafi, que gobierna el país durante 42 años, continúan el Libia desde el 15 de febrero. A raíz de las medidas represivas que aplican las fuerzas de seguridad y el desenfreno de la delincuencia, más de 500 personas perecieron y unas cuatro mil recibieron heridas. Muchos países evacuan a sus ciudadanos de Libia.
El Consejo de Seguridad de la ONU exhortó a las autoridades de Libia a garantizar la seguridad a los extranjeros que desean abandonar su territorio.