La reina Isabel II de Inglaterra, que está de visita en Irlanda, fue invitada hoy a la famosa cervecería Guinness en Dublín, pero rechazó la propuesta de paladear la cerveza, informaron medios noticiosos.
El esposo de la reina, Felipe duque de Edimburgo, también se abstuvo de degustar la célebre cerveza oscura. Preguntó en broma al cervecero jefe Fergal Murray si el agua para elaborarla procedía del río Liffey, que corre a través de Dublín. Isabel II visitó también el Gravity Bar ubicado en el techo de Guinness.
La cervecería fue fundada en 1759 por Arthur Guinness. La visitan hasta tres millones de personas al año. En el mundo se beben diariamente hasta 10 millones de jarros de cerveza Guinness, la de la mayor demanda en el planeta.
Isabel II arribó la víspera a Irlanda en visita de Estado, la primera en la historia de relaciones entre ambos países. La reina de Gran Bretaña acompañada por la presidenta de Irlanda, Mary McAleese, depuso en el Jardín de la Memoria de Dublín unas coronas de flores y rindió tributo a los irlandeses que cayeron en la lucha contra el dominio británico.
El acto se desarrolló en medio de unas protestas organizadas en las calles de la capital de Irlanda. Sus participantes, miembros de unos grupos radicales, lanzaron latas, botellas, piedras, palos y petardos contra los policías.
