Al menos 98 personas perecieron y más de 150 recibieron heridas durante los últimos cinco días en Karachi, la más importante ciudad de Pakistán, comunicaron hoy medios noticiosos, al alegar datos de las Fuerzas Armadas pakistaníes.
La prensa informa que unos desconocidos, que supuestamente forman parte de unos grupos étnicos y políticos en conflicto, abrían fuego contra automóviles, camiones y hasta autobuses.
Un portavoz de la policía señaló que la noche pasada fueron arrestadas 157 personas. Dijo que agentes del orden público evacuan a la población a lugares más seguros. La víspera, para estabilizar la situación, en la ciudad fueron introducidos más de un millar de militares de los que protegen las frontera entre Pakistán y Afganistán. Las autoridades esperan que su presencia ayude a estabilizar la situación en Karachi, dijo.
La ciudad quedó colapsada el viernes pasado. La mayoría de los comercios, oficinas y centros educativos fueron cerrados. Residentes locales asaltaban las pocas gasolineras que aún funcionaban para comprar combustible.
Desde hace varios años, la metrópoli paquistaní es escenario de violentos choques entre bandas criminales y de enfrentamientos entre pastunes y los descendientes de los llamados mohajir, musulmanes que huyeron a Pakistán tras la partición de la India Británica.
Los mohajir acusan a los pastunes de intentar hacerse con los sectores locales de comercio y construcción empleando métodos violentos. También expresan preocupación por el creciente número de seguidores del movimiento Talibán entre los pastunes.
Por su parte, los pastunes afirman sufrir discriminación étnica a la hora de buscar trabajo y vivienda.
