La policía sueca detuvo a siete personas que irrumpieron hoy en la embajada de Libia en Estocolmo, donde quitaron de paredes retratos de Muamar Gadafi y los tiraron por la ventana, comunicaron medios noticiosos.
Tras irrumpir violentamente un grupo de manifestantes en la misión diplomática, la policía llegó de hecho enseguida e intentó entablar conversaciones con ellos. “Nuestros esfuerzos no dieron resultado. Puesto que existía un riesgo real de víctimas humanas y de un sustancial daño material, entramos en el edificio”, cita la agencia France Presse al portavoz de la policía, Ulf Goeranzon.
“Detuvimos a siete individuos y los interrogamos en la comisaría”, dijo el portavoz, añadiendo que de momento no está claro si son suecos o simplemente viven en Suecia.
También se ignoran los motivos de ese acto de agresión. Es sabido solamente que los atacantes fijaron en la fachada de la misión diplomática la bandera de los rebeldes libios y amenazaron con suicidarse si la policía intenta tomar por asalto la embajada, señaló.
La embajada de Libia en Suecia sufre el tercer ataque ya en lo que va del año, según datos de France Presse.
Suecia participa junto con otros países en la operación de la OTAN en Libia, donde desde mediados de febrero pasado se desarrollan protestas masivas contra el régimen de Muamar Gadafi que lleva más de 40 años en el poder. Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 17 de marzo una resolución sobre la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia. Para poner en práctica esa medida, garantizar el embargo sobre los suministros de armas a Libia y proteger a su población civil, una coalición de países occidentales emprendió el 19 de marzo pasado una operación militar en Libia.
El 31 de marzo, su mando fue asumido por la OTAN. El mandato para llevarla a cabo expiraba el 27 de junio pasado, pero el 1 de junio fue prorrogado por 90 días, hasta finales de septiembre.
