La familia del empresario ruso Víctor Bout, detenido en Tailandia y extraditado a EEUU donde está acusado de tráfico de armas, espera que la justicia tailandesa revise el caso y reconozca ilegal su extradición para así poder demandar la indemnización por los daños morales y materiales, declaró hoy la esposa del procesado, Ala Bout.
Víctor Bout fue detenido en Bangkok en marzo del 2008 a petición de EEUU, donde enfrenta cargos por venta ilegal de armas. En el 2010 fue extraditado a Washington pese a que el proceso en Tailandia no terminó. Hoy, en Bangkok empezó la audiencia judicial en la que se deberá examinar la legalidad de su extradición.
"Los expertos comentan que la revisión de la extradición de Bout en Tailandia no tendrá significado alguno para su proceso en EEUU, que se celebrará en cualquiera de los casos sin importar el fallo del tribunal tailandés. Pero este fallo sí tendrá importancia para nuestra familia que entonces podría demandar la indemnización por los daños morales y materiales", dijo Ala Bout a RIA Novosti.
Según explicó, si la justicia tailandesa determina que Bout fue extraditado ilegalmente, la familia podrá demandar a Tailandia la reparación de los daños y perjuicios causados. Los demandados, en este caso, serían las personas que firmaron la orden de extradición, entre ellas el ex primer ministro tailandés, varios representantes del Ministerio de Justicia y el director de la cárcel que aceptó entregar a Bout a los agentes secretos estadounidenses.
La próxima audiencia fue fijada en Bangkok para el 19 de septiembre, cuando serán citados al juzgado los testigos del caso. Ala Bout planea asistir en calidad de representante oficial de su esposo y prestar declaraciones en nombre de Víctor Bout.
La fiscalía de EEUU imputa a Bout cuatro cargos: confabulación para dar muerte a ciudadanos de EEUU; confabulación con el fin de asesinar a funcionarios públicos; confabulación con el fin de adquisición y venta de misiles antiaéreos y por último, confabulación para suministrar armas a Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Bout rechaza todas estas acusaciones e insiste en que nunca ha comercializado con armas ni ha tenido contacto con los terroristas. De ser declarado culpable, el empresario ruso puede enfrentar una larga condena de prisión o incluso cadena perpetua.
