El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró hoy a la prensa que hacia finales de la semana en curso, probablemente el jueves, reunirá a los jefes de organizaciones regionales e internacionales para analizar la situación que se vive en Libia.
“Exhorto a las fuerzas fieles al coronel Gadafi a dejar de emplear la violencia sin dilaciones y despejar el camino para la transición paulatina (hacia un nuevo régimen)”, dijo Ban Ki-moon, añadiendo que en la reunión participarán, en particular, la Unión Africana, la Liga Árabe, la Organización de la Conferencia Islámica y la Unión Europea.
La comunidad mundial “está dispuesta a seguir cumpliendo su misión de proteger a la población civil”, dijo. También reveló que de momento no tiene información sobre la localización de Gadafi. “Abrigo la esperanza de que podamos localizarlo dentro de muy poco”, señaló.
“Todos los países miembros de la ONU asumen el compromiso de cumplir de lleno las decisiones de la Corte Penal Internacional”, recordó el secretario general.
A finales de abril pasado, la fiscalía de la Corte Penal Internacional concluyó el estudio preliminar de los supuestos crímenes militares y otros cometidos contra los civiles en Libia y dispuso investigarlos.
A mediados de febrero de 2011 en Libia estallaron protestas contra el régimen de Muamar Gadafi, que lleva más de 40 años en el poder. Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre los rebeldes y las fuerzas gubernamentales.
A iniciativa del Líbano, Gran Bretaña, Francia y EEUU, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el 17 de marzo la resolución 1973 sobre la imposición de una zona de exclusión aérea sobre las regiones de Libia controladas por los rebeldes.
Para poner en práctica esa medida, garantizar el embargo sobre los suministros de armas a Libia y proteger a su población civil, una coalición de países occidentales emprendió el 19 de marzo pasado una operación militar en Libia.
El 31 de marzo, su mando fue asumido por la OTAN. El mandato para llevarla a cabo expiraba el 27 de junio. Pero el 1 de junio fue prorrogado por 90 días, hasta finales de septiembre.
La noche pasada, los destacamentos de los insurrectos ocuparon la mayor parte de la capital libia Trípoli y, según unas fuentes, arrestaron a tres hijos de Gadafai: Saadi, Seíf al Islam y Mohamad. El destino del propio líder libio se desconoce. Es probable que todavía esté en su residencia fortificada de Bab al-Aziziya, controlada por los militares que le siguen fieles.
