Los exámenes que miden el nivel de alcohol en la sangre, tendrán que presentar los conductores de Irán.
Mientras el consumo de alcohol está prohibido en este país desde hace ya 30 años, después de la victoria de la revolución islámica, y supone unos severos castigos por la violación de las normas (salvo para los cristianos, que son el 2% de la población), cada año crece la cantidad de los habitantes de Irán, que consumen bebidas embriagantes.
Dentro de un mes, en las carreteras aparecerán los policías que efectuarán los controles especiales para verificar la presencia de alcohol y droga en la sangre de los conductores, informa la agencia iraní Isna.
Según el general de la policía de carreteras Eskandar Momeni, la multa por comprobar la presencia de alcohol en la sangre, será de aproximadamente unos 165 dólares. Al conductor se le va a quitar la licencia de conducir. Y además, enfrentará una responsabilidad penal.
Anualmente, se confiscan 20 millones de litros de alcohol de contrabando en Irán, según las estadísticas oficiales, lo que es una tercera parte de todo el alcohol ilegal que está entrando al país.
De este numero, el 80% llega a través de las fronteras con Irak. Igualmente, la cifra de los alcohólicos es de 200 mil y 1,2 millones de los iraníes son drogadictos. Más de 400 mil de ellos son dependientes de la heroína, que llega, en su mayoría, desde Afganistán.
