El jefe del Comité ruso de Investigación, Alexandr Bastrikin, ordenó reactivar la investigación del asesinato del menor ruso Vania Skorobogátov por sus padres adoptivos estadounidenses después de que un tribunal de EEUU les dictara la víspera una sentencia “demasiado suave”, anunció este sábado el portavoz oficial de la entidad, Vladímir Markin.
“Debido a una sentencia alarmantemente suave impuesta por el asesinato de Vania Skorobogátov, adoptado por una familia estadounidense, el jefe del Comite ruso de Investigación ordenó reactivar la investigación de este caso para averiguar defenitivamente si había sido un homicidio premeditado con crueldad, según lo afirma la acusación, punto de vista totalmente compartido por la parte rusa. Es obvio que la condena impuesta a los asesinos no corresponde en absoluto a lo cometido”, dijo.
El Comite de Investigación pretende solicitar a los órganos judiciales rusos que ordenen el arresto de los sospechosos y emitan una orden internacional para su busca.
El tribunal de la ciudad de York (Pensilvania, EEUU) condenó la víspera a los esposos Michael y Nanette Craver a 16 meses de cárcel por homicidio involuntario de su hijo adoptivo ruso Vania Skorobogátov, pero los puso en libertad justo en la sala de audiencias por haber pasado ya los dos más de un año y medio en la carcél.
Los jurados declararon parcialmente culpables a los padres adoptivos, pero dictaron el fallo absolutorio respecto a la acusación del homicidio premeditado. La fiscalía pidió la pena capital para los Craver.
Nathaniel Craver de 7 años (Vania Skorobogátov, procedente de la provincia rusa de Cheliábinsk, los Urales) falleció el 24 de agosto de 2009 a causa de un trauma craneocefálico. La fiscalía afirmó que la muerte sobrevino a consecuencia de apaleamiento y heridas, unas 80, que pueden valorarse como tortura.
La defensa insistió a su vez que el chico tenía el síndrome alcohólico fetal y otras alteraciones y que se había herido a sí mismo.
