El Ministro del Interior de Serbia y viceprimer ministro del país, Iviza Dacic, advirtió hoy que un ataque contra los serbios en la provincia de Kosovo sería entendido como un ataque a Belgrado que respondería con una nueva guerra.
En declaraciones de Dadcic dirigidas al Primer Ministro de Kosovo, Hashim Thaci, el ministro serbio recalcó que "la línea roja de Belgrado, es un ataque armado de las fuerzas de Thaci contra los serbios en Kosovo, algo que Serbia no puede permitir”.
“Thaci debe saber que un ataque contra los serbios de Kosovo supondría un ataque contra Belgrado, algo que Serbia no podría ver en forma pacífica", dijo Dacic al tiempo de añadir que el rechazo de una nueva guerra por temor a afectar el equilibrio de poder en la región sería un error.
"En nuestra historia hemos perdido a Kosovo varias veces pero luego la hemos regresado", recordó el ministro, que anteriormente, propuso dividir Kosovo en dos partes, la serbia y la albanesa.
Expertos serbios opinan que la declaración de Dacic está destinada más al auditorio interno de la propia Serbia y que el uso de la fuerza militar por parte de Belgrado en este momento es irreal.
La tensión en la parte norte de Kosovo, poblada en su mayoría por serbios, se disparó en septiembre, después de que Thaci, ordenara a la policía tomar el control de ambos puestos fronterizos, controlados hasta ahora por la misión de la Unión Europea EULEX.
Los enfrentamientos entre los comandos kosovares encargados de llevar a cabo la operación y manifestantes serbios que intentaron impedírselo se saldaron con decenas de heridos. Un policía murió horas más tarde a raíz de los traumatismos recibidos.
Kosovo proclamó su independencia de forma unilateral en febrero de 2008, apoyado por Estados Unidos y varios países europeos. Hasta el momento, ha sido reconocido como Estado soberano por 76 de los 192 países miembros de la ONU.
