La castración química de los pederastas tiene varias ventajas sobre la castración quirúrgica puesto que permite a la persona en cuestión reincorporarse a la sociedad en caso de un error judicial, según la presidenta del Comité parlamentario ruso para Asuntos de la Mujer, la Niñez y la Familia, Elena Mizulina.
“A diferencia de la castración química, la castración quirúrgica no permite corregir el error (judicial). Siempre hay lugar para el error, es lo que caracteriza el proceso penal que aborda acontecimientos del pasado. Las personas que no presenciaron el delito, pueden equivocarse (al juzgarlo)”, sostuvo Mizulina.
La semana pasada, la Duma Estatal (Cámara baja del parlamento ruso) aprobó en segunda lectura el proyecto de ley presidencial que permite aplicar la castración química y otros castigos a los pedófilos.
Al mismo tiempo, algunos diputados consideraron la medida demasiado suave e ineficaz, que no contribuirá a la disminución de delitos sexuales contra los menores.
“La castración química no es más que una concesión a los defensores de derechos humanos. Pero en la República Checa, por ejemplo, aplican la castración quirúrgica. Es una intervención endoscópica, muy poco traumática. En 30 años no se registraron casos de reincidentes”, aseguró el diputado Antón Beliakov.
Según una encuesta realizada en Rusia el año pasado, el 89% de la población apoya la castración química de los pederastas después de que su culpabilidad quede demostrada por órganos judiciales.
Además, los resultados del sondeo evidenciaron que la gran parte de los rusos (el 83%) ven la pederastia como un delito y no una enfermedad a ser tratada por médicos.
