La empresa estadounidense TransMedics desarrolló un dispositivo que permite prolongar la utilidad de corazones destinados para trasplantes, informó el portal Medical Xpress.
La práctica actual consiste en tratar con una solución de cloruro de sodio un corazón destinado para trasplante y transportarlo en un contenedor lleno de hielo dentro del plazo de tres-cuatro horas. Si se incumple ese procedimiento, el órgano se da por inválido.
El nuevo dispositivo está provisto de un contenedor especial donde se guarda el corazón. Éste se conecta a un sistema artificial de circulación sanguínea que asegura la continuidad de sus contracciones durante el transporte. El uso de soluciones conservantes también contribuye a extender el plazo del almacenamiento.
Un estudio piloto que se llevó a cabo entre 138 pacientes europeos demostró que la supervivencia a 30 días tras el trasplante de corazón supera el 97% gracias al uso del nuevo dispositivo, frente a un 80% en el caso del almacenamiento tradicional.
En algunos casos, cirujanos europeos consiguieron mantener durante más de ocho horas la utilidad del órgano para trasplante.
El nuevo dispositivo permite, además, evaluar en detalle el estado de tales órganos y prepararlos mejor para el trasplante o cancelar la operación, si no sirven. Los ensayos clínicos ya empezaron en la Universidad de California, en Los Ángeles, y serán completados hacia finales de 2012.
