La oposición rusa prevé celebrar varias manifestaciones para exigir nuevas elecciones legislativas y presidenciales antes de que el primer ministro de Rusia, Vladímir Putin, sea investido jefe de Estado el próximo 7 de mayo, declaró hoy Serguei Udaltsov, coordinador del opositor Frente de Izquierdas.
El primero de estos actos, ya autorizado por el Ayuntamiento de Moscú, tendrá lugar el próximo sábado, 10 de marzo, en la avenida Novi Arbat de la capital rusa. Se prevé que la protesta, que se celebrará bajo el lema “No son elecciones ni es presidente”, congregue hasta 50.000 personas.
“Se dirá claramente que la campaña continúa y que no termina el 10 de marzo. Y antes de la investidura habrá una serie de actividades en el marco de esta campaña. Puede que se anuncie una fecha concreta”, adelantó Udaltsov en declaraciones a RIA Novosti.
Según el líder opositor, la manifestación de mañana contará con la intervención de políticos, activistas, blogueros y periodistas que ejercieron como observadores en las elecciones presidenciales del pasado 4 de marzo.
Udaltsov no descartó que para lograr sus reivindicaciones la oposición convoque huelgas o acampadas y que las protestas deriven en una campaña de desobediencia civil.
“Queremos que el país tenga unas elecciones normales y que la gente pueda, sin censura, sin irregularidades ni presión administrativa, elegir a las autoridades que estime necesarias”, afirmó.
Entretanto, los politólogos pronostican un declive de las protestas si los convocantes de los mítines “Por unas elecciones limpias” no renuevan la retórica y la agenda de estos actos. Los expertos aconsejan a los manifestantes “buscar una alternativa en lugar de arremeter contra Putin”.
