El Gobierno iraní convocó para el próximo viernes protestas multitudinarias contra el plan de unión entre Bahréin y Arabia Saudí, comunicó hoy el periódico digital Al-Quds Al-Arabi.
El Consejo coordinador de propaganda islámica, organismo iraní que se encarga de organizar manifestaciones públicas, llamó a la ciudadanía a protestar, después de la oración del viernes, contra “el plan estadounidense de anexión de Bahréin a Arabia Saudí” y expresar su “ira ante la actuación de las dinastías gobernantes de Al Khalifa y Saud, vasallos de EEUU”.
El rey Abdalá de Arabia Saudí sugirió en diciembre pasado crear una unión entre su país y Bahréin, iniciativa que se puso sobre el tapete en la cumbre del Consejo de cooperación del Golfo Pérsico celebrada en Riad a principios de esta semana. El monarca saudí afirmó que esta unión ayudará al Consejo a preservar la seguridad ante las crecientes amenazas regionales pero otros países miembros optaron por aplazar el asunto hasta la próxima cumbre extraordinaria, cuya fecha todavía está por definir.
El canciller saudí, Saud al Faisal, reconoció que “aún falta consenso acerca de la forma de la futura unión en la que Arabia Saudí aspira a desempeñar un papel protagónico”.
Fuentes diplomáticas señalan que Bahréin expresó en la cumbre su pleno apoyo al proyecto saudí. El hecho suscitó una reacción muy negativa por parte de Teherán que apoya a opositores bahreiníes y está receloso de que la mayoría chií, a la que representan, se vea sofocada en la nueva unión. Cualquier injerencia extranjera o planes que desatiendan la opinión del pueblo bahreiní “no harán sino agravar las heridas de Bahréin”, advirtió la cancillería iraní.
Grupos de la oposición chií afirman que el Gobierno bahreiní se propone naturalizar a los suníes de otros países árabes para modificar la estructura demográfica y religiosa de la sociedad, proceso que adquiriría el carácter de una avalancha en el marco de la hipotética unión con Arabia Saudí.
Los chiíes, que representan un 75% de la población de Bahréin, celebran desde febrero de 2011 manifestaciones y protestas multitudinarias reivindicando mayores derechos en un país gobernado por la minoría suní. El Gobierno bahreiní reprimió las protestas en marzo con la ayuda de sus aliados del Consejo de cooperación del Golfo Pérsico cuyo contingente militar todavía permanece en el país. Más de 400 activistas fueron sometidos al juicio pero, a pesar de las represalias, las manifestaciones y los enfrentamientos entre la oposición y la Policía se suceden prácticamente a diario en las afueras de la capital bahreiní.
