El Tribunal penal de El Cairo sentenció este sábado al ex presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y al ex ministro del Interior, Habib Al Adly, a cadena perpetua por respectivos cargos de haber utilizado fuerza contra manifestantes pacíficos y el asesinato de manifestantes indefensos en enero de 2011, informó corresponsal de RIA Novosti.
La sentencia fue dictada por el juez primero Ahmed Rifaat.
Seis asesores de Al Adly, procesados bajo las mismas acusaciones, fueron absueltos por falta de pruebas fehacientes de su culpabilidad, mientras que a los hijos de Mubarak, Gamal y Alaa, enjuiciados junto a su padre, se les levantó el cargo por prescripción de sus delitos.
Ante el tribunal, que ha celebrado un total de 45 sesiones del juicio, han comparecido como testigos decenas de políticos, tanto antiguos, como en ejercicio, entre ellos dos ex primeros ministros, el director del Servicio de Inteligencia, varios miembros del gobernante Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas e incluso su presidente, el mariscal Husein Tantawi, que prestaron declaraciones a puerta cerrada.
La defensa de los acusados insistió en su total absolución, mientras la Fiscalía exigió para Mubarak y Al Adly, dos principales acusados, la pena de muerte.
Al menos 800 personas murieron y varios millares resultaron heridas en los enfrentamientos entre los agentes de seguridad y los manifestantes que se registraron en Egipto en las primeras semanas del año pasado. Pese a las fuertes cargas policiales, las revueltas desembocaron en el derrocamiento de Mubarak.
