El triunfo del “sí” al euro en las elecciones legislativas de Grecia inyectó optimismo en los mercados financieros de Europa pero el entusiasmo podría desvanecerse rápidamente puesto que el país heleno afronta el reto de formar un Gobierno de coalición y convencer a los acreedores durante su próxima visita de inspección a Atenas, opinan los analistas consultados hoy por RIA Novosti.
El escrutinio preliminar da la victoria al partido conservador Nueva Democracia (29,66%, 129 escaños), partidario de acatar los compromisos que Grecia asumió a la hora de pactar su rescate de más de 200.000 millones de euros con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El líder de esta formación del centroderecha, Antonis Samaras, afirmó que el pueblo votó por la permanencia de Grecia en la eurozona.
Los inversores esperaban con nerviosismo los resultados del cómputo electoral, pues el triunfo de la coalición de izquierda radical Syriza (26,89%, 71 escaños) habría colocado a Grecia al borde de una ruptura con el euro.
Las principales bolsas europeas abrieron la jornada de hoy con subidas del 1-1,4% mientras que el principal valor refugio, el oro, retrocedía.
Analistas de Raiffeisen Research consideran que “los mercados financieros han de respirar aliviados en un principio” pero, al propio tiempo, reconocen que “es difícil determinar cuánto durará el efecto positivo de los comicios griegos”.
Sus colegas de Barclays opinan que la variante más viable para Nueva Democracia es formar una coalición con el partido del centroizquierda, PASOK (12,28%, 33 escaños). “Por ahora, el mercado ve con buenos ojos los resultados electorales, pues reducen el riesgo de que Grecia abandone la eurozona a corto plazo y aumentan los chances de éxito en las negociaciones con la “troika” de acreedores (UE, FMI y Banco Central Europeo).
Representantes de la “troika” volverán próximamente a Atenas en visita trimestral cuyo objetivo es analizar el avance de la economía griega en el marco del segundo programa de rescate.
Sin embargo, expertos de Raiffeisen Research piensan que “el asunto de las reformas en Grecia sigue pendiente” y “la incertidumbre en torno a la estabilidad política a mediano plazo es más alta que nunca”.
