El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov declaró hoy que es irreal pedir al gobierno de Rusia participar en acciones que conduzcan a la dimisión voluntaria del presidente de Siria Bashar Asad.
“Se escuchan declaraciones de que la llave para regular la situación en Siria se encuentra en Moscú, y cuándo preguntamos en qué forma, nos explican que debemos (Rusia) convencer a Asad renunciar al poder, algo que es sencillamente irreal”, dijo Lavrov antes de conversaciones previstas en Moscú con el representante de la ONU para Siria, Kofi Annan.
Según Lavrov, la postura de Moscú de permanecer al margen en este asunto no tiene que ver con preferencias personales, simpatía o antipatía hacia el presidente sirio.
“Él (Bashar) no dimitirá, no porque lo defendamos, sino porque cuenta con el respaldo de una parte muy considerable de la población de ese país”, subrayó el canciller ruso, y resaltó que en lugar de buscar más “llaves”, es imprescindible cumplir los acuerdos sobre Siria suscritos recientemente en Ginebra.
Al explicar la postura de Rusia en cuanto a la dirección política que debe tener Siria, Lavrov dijo que Moscú acatará la resolución que adopte la mayoría de la población siria.“Aceptaremos cualquier decisión que adopte el pueblo en relación a quién debe estar al frente del gobierno de Siria, siempre y cuando esa decisión salga de los propios sirios”, indicó el diplomático.
