Las autoridades migratorias de San Petersburgo autorizaron la entrada al cubano Luis Vladimir Vega Cespedes que por falta de visado se vio obligado a atravesar en crucero el mar Báltico entre Rusia y Finlandia durante 40 días, sin poder entrar en ninguno de los dos países.
“La situación es muy compleja puesto que por ley ni siquiera podemos aceptar los documentos de este ciudadano para tramitarle una residencia temporal en el país. Cometió dos infracciones administrativas y durante los últimos tiempos no intentó regularizar su estancia en San Petersburgo”, dijo la funcionaria del departamento del Servicios Migratorio ruso en San Petersburgo, Elena Dunaeva.
Según funcionarios de migración rusos, Vega Cespedes vivió en Rusia durante un tiempo prolongado, pero no tramitó residencia temporal, sino que se conformó con la estancia turística, que renovaba al entrar y salir en el país eslavo cada 30 días.
Pero en dos ocasiones el cubano infringió esta regla, hecho que obligó a las autoridades rusas a prohibirle la entrada en el país.
“De acuerdo a las leyes migratorias de Rusia, dos infracciones como esta se convierten en una razón para prohibir la entrada en el país a un ciudadano extranjero”, dijo Dunaeva al tiempo de añadir que Vega Cespedes decidió recurrir la prohibición ante los tribunales, pero luego se embarcó en un crucero rumbo a Finlandia sin estar en posesión de un visado Schengen.
Como resultado, durante un periodo de 40 días el cubano no pudo tomar tierra ni en Helsinki, ni tampoco en San Petersburgo hasta que las autoridades de la ciudad rusa no accedieran a autorizar su entrada en espera de aclarar la situación en torno al caso.
