El vicepresidente de China, Xi Jinping, quien se perfila como posible sucesor de Hu Jintao en la jefatura del Estado, lleva más de una semana en paradero desconocido, lo que ya dio origen a las conjeturas más variadas, del despido a una muerte trágica, escribe hoy la prensa internacional.
Jinping desapareció repentinamente de la pequeña pantalla y otros espacios públicos a principios de este septiembre. Los encuentros que tenía previsto celebrar con los primeros ministros de Dinamarca y Singapur y con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, tampoco llegaron a consumarse.
Tras un prolongado mutismo, las fuentes oficiales comunicaron que Xi Jinping, de 59 años, lesionó la espalda cuando hacía su carrera diaria de natación en la piscina. Esta versión no calmó al público y corrió el rumor de que el vicepresidente está gravemente herido tras un accidente de tráfico.
Los más radicales ven pugnas políticas tras todo ello e insinúan a que el régimen decidió deshacerse de Xi Jinping.
Para atajar los rumores, la red china de microblogs Sina Weibo bloqueó la búsqueda a partir del nombre “Xi Jinping”.
Muchos trazan un paralelo con la historia de Bo Xilai, exministro y hasta hace poco miembro del Politburó y secretario del Comité del Partido en la ciudad de Chongqing. La carrera de Xilai terminó fulminantemente hace medio año después de que su esposa, Bogu Kailai, fuera acusada de asesinato premeditado de un empresario británico.
Tras el juicio contra Bogu Kailai, quien fue condenada a pena capital con dos años de aplazamiento, Xilai desapareció. No hay cargos algunos contra el político en desgracia, no está detenido ni procesado, pero también se encuentra en paradero desconocido.
El ascenso de Xi Jinping a la posición del número dos de China fue bastante espinoso. Su padre, viceprimer ministro, había sido represaliado y el propio Xi Jinping fue confinado a una aldea. El proceso de reformas permitió al joven iniciar una carrera política e incluso superar los logros de su progenitor. Hasta ahora, se consideraba el candidato más probable para suceder en 2013 al actual presidente, Hu Jintao. Supuestamente, la sucesión debía anunciarse en el XVIII congreso del partido comunista que tendrá lugar en las próximas semanas.
