Con el propósito de desarrollar el sector turismo de Rusia, la corporación “Balnearios del Cáucaso Norte” (BCN) propuso al gobierno ruso aplicar los modelos que México y Turquía pusieron en marcha para desarrollar esa área de su economía. El plan consiste en crear un fondo especial a cargo del Estado.
Según el director general de BCN, Aleksei Nevski, en la actualidad en Rusia se tiene una idea errónea de que las inversiones llegarán solas una vez creadas las infraestructuras destinadas al sector turístico, inversiones que se hacen solo con las respectivas garantías que un Estado proporcione.
Precisó que ese fondo atraerá las inversiones extranjeras necesarias para el desarrollo del sector. Los recursos recabados serán destinados a cada proyecto de la corporación rusa. El Estado participará con el 50% de los recursos financieros; el sector privado, con el 20% y el resto será reunido mediante créditos.
“De acuerdo con este plan, los bancos concederán con facilidad los créditos correspondientes”, aseguró Nevski.
Sin embargo, en el país euroasiático no se toma consideración otros factores que contribuirían al desarrollo del sector turístico y que exigirían de menos inversiones. Uno de esos factores es precisamente la opinión del ruso común y corriente sobre el turismo nacional.
El mejor termómetro para tantear el mercado turístico del país eslavo tanto para el nacional, como para el extranjero es averiguar con lujo de detalle por qué los rusos buscan como destino turístico a países como Turquía, Egipto, Tailandia, Singapur, Europa entre otros.
En esos países el turismo está desarrollado y se desarrolla sostenidamente no solo por la buena infraestructura (hoteles, transporte etc.) obtenida gracias a grandes inversiones que se hacen en el sector sino también porque se toma muy en cuenta el factor humano que para muchos es importante; porque ven al turista como a un cliente permanente y no temporal.
El servicio es uno de los problemas que Rusia tiene que solucionar para poder atraer turistas. Los rusos viajan a otros países para encontrar ese trato caluroso y amable que no encuentran en su país; para comprar productos que también se venden en Rusia, pero con precios muy elevados y de menor calidad.
Las ansias de obtener las mayores ganancias de la manera que sea y ahora es una filosofía que debe cambiar en Rusia por una dirigida a satisfacer las necesidades del turista; se debe dejar atrás la que reinaba en tiempos soviéticos: “Conténtate con lo que hay”.
Las autoridades deben trabajar por que el transporte sea menos costoso para que así el turista nacional o extranjero viaje por toda Rusia y en cada lugar deje su dinero con gusto, pues los turistas de la actualidad que llegan a Rusia valoran ahora más su dinero que en tiempos de bonanza en sus países.
