Los atentados cometidos este domingo en varias ciudades de Irak con el uso de coches bomba se cobraron al menos 17 vidas, más de 30 personas recibieron heridas, comunicó la policía del país.
El mayor acto terrorista se produjo en la ciudad de Taji, a 20 kilómetros al norte de Bagdad, donde se hicieron volar tres autos, ocasionando la muerte a ocho personas.
Los atentados de hoy estuvieron apuntados en su mayoría contra las comisarías y puestos policiales.
A comienzos de este mes de septiembre, una oleada de violencia recorrió el país, con un saldo de más de un centenar de muertos y más de 300 heridos.
El aumento de la tensión en Irak está vinculado con la confrontación histórica entre dos grandes comunidades musulmanas: los sunitas y los chiitas. Según el censo de 1997, el 66% de la población iraquí son chiitas y el 34%, sunitas.
Los sunitas tenían una situación privilegiada en las estructuras de Estado durante el Gobierno de Sadam Husein. Pero después de la injerencia militar de EEUU de 2003, resultado de la cual Husein fue derrocado, los sunitas fueron desplazados por los chiitas. Un representante chiita hasta logró ocupar el puesto de primer ministro.
