Los platillos volantes de EEUU ya no son un secreto

© Foto : AlvintrustyVZ-9-AV Avrocar
VZ-9-AV Avrocar - Sputnik Mundo
Síguenos en
La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha desclasificado la información sobre el proyecto de creación de aparatos voladores en forma de disco, comunicaron los medios.

La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha desclasificado la información sobre el proyecto de creación de aparatos voladores en forma de disco, comunicaron los medios.

No es la primera vez que los humanos intentan lanzar este tipo de aparatos que, sin embargo, se resisten a volar bien.

Los documentos datan del 1 de junio de 1965 y se indica en ellos que el Proyecto 1794 del Departamento de Ingeniería de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, la Aeronautical Systems Division, pretendía crear un aparato volador en forma del disco dotado de motores a reacción, capaz de realizar despegue y aterrizaje vertical, con el techo de hasta 30 kilómetros, la autonomía de vuelo de hasta 1.850 kilómetros y una velocidad de entre 3.000 y 4.000 kilómetros por hora.

Todos los años aumenta el número de proyectos que, debido al tiempo transcurrido, pierden el estatus de información clasificada. No obstante, dicho proyecto atrajo la atención del público no profesional por una razón obvia: los aparatos con forma de dos platos juntados recordaban demasiado los misteriosos “platillos voladores”.

Las ambiciones eran excesivas

Los prototipos de los “platillos voladores”, uno más pequeño con capacidad para un piloto y otro más grande, se prestó a crearlos la empresa aeroespacial canadiense Avro Aircraft Limited que para el momento del encargo por parte del Pentágono llevaba cinco años diseñando este aparato para la Fuerza Aérea de Canadá.

Se fijó el plazo de entre 18 y 24 meses y se asignaron 3,16 millones de dólares, unos fondos impresionantes para aquellos tiempos.

Lo más curioso de la historia es que los canadienses cumplieron el encargo de Washington, pero desde el inicio del proyecto hasta el primer vuelo transcurrieron 40 meses y EEUU en vez de tres millones de dólares tuvo que invertir doce millones. El aparato no alcanzo la altura de 30 kilómetros sino que apenas superó un par de metros.

Actualmente este aparato, que recibió el nombre de VZ-9-AV Avrocar, se guarda en el Museo Nacional de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, donde lo pueden ver los visitantes.

Los platillos de la represalia

Entre las muestras del mismo museo uno puede encontrar la versión anterior de los ‘platillos voladores’, un modelo experimental de caza de despegue vertical dotado de aspas en vez de motores. Su diseñador, el ingeniero aéreo alemán emigrado a Canadá, Karl Zimmermann, era un entusiasta de aparatos en forma de platillo.

Para finales de la Segunda Guerra Mundial sus dos “platillos” eran perfectamente capaces de despegar desde la cubierta de un portaaviones. Sin embargo, la época de los aviones con motores a pistón se estaba acabando y se tomó la decisión de renunciar al uso del modelo.

Los aparatos voladores en forma de platillo diseñados en la Alemania nazi son un caso aparte. Igual que en otros países, los ingenieros aéreos del Reich se interesaron por la forma. En aquellos momentos se intentó dar solución original al problema del despegue y aterrizaje vertical. Los planos de la creación de la oficina de diseño Focke-Wulf Flugzeugbau GmbH incluso llegaron a ser patentados.

En 1944 en Leipzig se realizaron las pruebas de otro modelo que apenas se separó de la tierra. Sin embargo, nadie vio platillos voladores que fueran parte del proyecto Vergeltungswaffen, consideradas “armas de la represalia”, a pesar de que hubo gente que supuestamente los ha visto o ha tenido contacto con participantes en el proyecto.

Como resultado, surgió todo un mito sobre los platillos nazis que siguen volando hasta el día de hoy, saliendo de las bases ultra secretas en la Antártida o en las zonas de difícil acceso en el Amazonas.

Los platillos flotantes

La forma del platillo inspiró, además de a los ingenieros aéreos, a los navales. El promotor más activo de los barcos de este tipo fue el Contralmirante Andrei Popov que en el reinado de los zares Alejandro II (1855-1881) y Alejandro III (1881-1894) desempeñó la función del diseñador en jefe de la Marina rusa.

Los barcos en forma de platillos fueron bautizados ‘popovki’ en su honor y se usaron en la flota hasta principios del siglo XX.

Sin embargo, el destino de barco de uso civil con forma de platillo fue mucho menos glorioso. Se trataba del yate ‘Livadia’, muy potente y lujoso para la época y destinado para la familia real. Pero debido a su forma, incluso con una marea ligera se tambaleaba tanto que las princesas se sentían indispuestas al instante y Sus Majestades no tardaban en unirse a ellas.

El proyecto fue suspendido y el yate acabó sus días como una prisión flotante.

El futuro de los platillos voladores

Volvamos al Proyecto 1794: su realización no trajo éxito a la empresa canadiense, mientras que su segundo proyecto clave de creación del interceptor supersónico CF-105 Arrow también resultó ser un fracaso. El avión resultó ser bastante innovador para su época, pero por razones políticas Canadá compró cazas de fabricación estadounidense y en 1962 la empresa tuvo que cerrar.

Solo un número limitado de diseñadores y de sus clientes sabrán si los intentos de crear ‘platillos voladores’ siguen teniendo lugar: todavía no ha llegado el momento de quitar el estatus de información clasificada a sus proyectos.

Sin embargo, no se sabe si llegarán a levantar el vuelo algún día. Aún en la antigüedad se supo que un bumerán (prototipo del ala de un avión moderno) volaba mucho mejor que un disco, a cuya imagen y semejanza se crearon los ‘platillos voladores’.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала