El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, anunció hoy que el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, visitará la capital rusa la próxima semana para celebrar consultas sobre la crisis siria.
“Esperamos que Brahimi trate de dar una dimensión práctica a los principios del comunicado de Ginebra”, señaló Lavrov en declaraciones al diario Rossiyskaya Gazeta.
El jefe de la diplomacia rusa expresó asimismo su apoyo a la iniciativa de Brahimi, quien llamó a las partes del conflicto sirio a decretar un alto el fuego con motivo del Eid al Adha, la festividad musulmana más importante que este año se celebra a partir del 26 de octubre.
“Pedimos al Gobierno sirio y a todos los grupos de la oposición responder positivamente a la propuesta del enviado especial. Consideramos que supondría un paso muy necesario para un alto el fuego a largo plazo y la puesta en marcha del proceso político dirigido a una transformación democrática de Siria en el bien de todos sus ciudadanos”, manifestó Lavrov.
Al referirse al presidente de Siria, Bashar Asad, opinó que su figura ha sido convertida en una especie de espantajo y que las acusaciones tajantes que lo responsabilizan de todo, sirven en realidad para encubrir un “gran juego geopolítico”.
Según explicó, se está llevando a cabo en estos momentos un “nuevo reformateo del mapa geopolítico de Oriente Próximo, en el que distintos actores tratan de asegurarse sus posiciones geoestratégicas”.
“Y muchos tienen en mente no tanto a Siria, como a Irán. Se dice abiertamente que hay que dejar a Irán sin su máximo aliado, que se considera que es Bashar Asad”, declaró Lavrov.
Por otro lado, advirtió de que ciertos países parecen estar empeñados en impedir que la situación en Siria vuelva a la normalidad, puesto que los grupos de la oposición armada siria siguen recibiendo armas y financiación.
“Cuando hablamos con opositores sirios, les decimos que la violencia debe cesar. Algunos de ellos nos contestan que los socios occidentales les dicen todo lo contrario, instando a que continúen resistiendo, disparando, defendiendo sus derechos con armas para conseguir el fin del régimen”, denunció el canciller ruso.
Según datos de la ONU, el conflicto armado en Siria se ha cobrado más de 30.000 vidas desde su inicio en marzo de 2011. El Gobierno del país afirma que sus fuerzas de seguridad se enfrentan a milicias fuertemente armadas y apoyadas desde el exterior.
